Pese a las quejas de un grupo de mujeres que reclamó frente al escenario para que Buenos Aires sea la sede del año próximo, desde la comisión organizadora plantearon que "históricamente los ENM sentaron sus bases de la forma en la que se constituye, que permitió que durante más de 30 años los encuentros se consoliden y no paren de crecer. Así que es importante pensar que el evento sea federal y rote por diferentes ciudades del país. Lo vivencial, como potencia política, es lo más importante. La puesta en común de diferentes realidades es contundente en las agendas de lucha de las mujeres. Es muy importante que la elección de la sede sea por ovación, ya que es horizontal". Las mujeres del país ovacionaron a Chaco más que a Buenos Aires y a San Luis, que eran las otras dos propuestas, (aunque ninguna pudo expresarlo sobre el escenario, ya que la lluvia no permitió el funcionamiento del equipo de sonido). "Esto no se eligió burocráticamente ni de antemano. Se trata de sostener que el encuentro no quede centralizado en las grandes ciudades", expresaron desde la comisión organizadora.

Tras ello, y después de dos intensas jornadas de talleres, debates y actividades culturales que no dieron abasto y que colmaron la ciudad de las mujeres, el cierre se dio de manera emotiva y con muchas expectativas para el año próximo.