La Unidad Antirrepresiva por los Derechos Humanos (UADH) ha organizado un escrache a la casa donde habita la esposa de Juan Daniel Amelong, detenido por crímenes de lesa humanidad. La convocatoria es para el jueves 2 de noviembre en República 8434 (Fisherton) a las 18, y está dirigida a Liliana Isidori, esposa de Amelong a quien critican como "impulsora con Cecilia Pando, el General Bignone, el coronel Schwab, y otros represores con causas de actos por la impunidad. En consecuencia es una de las instigadoras de la desaparición del compañero Jorge Julio López, testigo contra Etchecolatz".

Para este organismo que cuenta entre sus filas a Alicia Bernal, hija del militante desaparecido Tito Messiez, es "un ejemplo de cómo opera la impunidad sobre la capacidad de acción de los genocidas, como los Amelong. El Centro Clandestino de Detención La Ribera, es un campo de concentración en el cual exterminaron prisioneros prácticamente en masa, y es propiedad de los Amelong, que no han sido procesados por eso con excepción de Daniel Amelong, al cual lo procesan por otros motivos. Aunque estos motivos -continua el comunicado- sean gravísimos, eso no quita la responsabilidad de los que eran propietarios de la casa y siguen siéndolo, todo lo contrario, su participación es tan grave como las atrocidades cometidas por el 'teniente Daniel' Amelong. Y queremos ser claros: si a un pobre le encuentran un cenicero robado en un bar, por lo menos que lo procesan es por encubrimiento. Y estamos hablando de delitos absolutamente intrascendentes, porque absolutamente todo delito es menor comparado con el de matar a militantes del pueblo para imponer la dictadura militar".

A pesar de todo lo expuesto "los Amelong están impunes. Su campo regado con sangre del pueblo y los integrantes de la familia de genocidas se atribuyen todavía la potestad de insultar a nuestros caídos, reivindicar los métodos de la dictadura asesina, y por lo tanto alentar a nuevos ataques y desapariciones como la del compañero Jorge Julio López, testigo fundamental que llevó a la condena de Etchecolatz".

El documento finaliza remarcando sobre Liliana Isidori que "sus cartas, sus declaraciones, sus vinculaciones con genocidas, sus fotos y presencia en actos, la evidencian como la más activa exponente en nuestra región, de las organizaciones dedicadas a reivindicar la masacre del pueblo", señala la UADH en un comunicado de prensa.