Los emprendedores rosarinos tienen nuevas metas para el 2007. En el marco del Programa de Emprendimientos Urbanos, de la Secretaría de Promoción Social de la Municipalidad, Un Rosario de Buenas Acciones reúne a emprendedores y artesanos de diferentes zonas de la ciudad que vienen trabajando en el Programa desde el 2004 para desarrollar la consolidación de Unidades Distritales de Producción (U.D.P) con maquinaria disponible para producir, el rescate histórico de los emprendimientos, y la construcción de una organización móvil cooperativa basada en la disposición de carros temáticos y lúdicos de comercialización.

"La propuesta de trabajo para el 2007 plantea establecer la relación que hay entre estos emprendimientos y tres ejes", informó el secretario de Promoción Social, Pedro Pavicich, y detalló: "Por un lado el eje económico-productivo, porque estos emprendimientos tienen que ver con generar un ingreso a las familias que -en muchos casos- recuperan sus saberes que vienen de madres o abuelas, o bien son saberes adquiridos a través del tiempo, o incluso muchas veces ante la crisis algunas personas comenzaron a hacer algún tipo de trabajo en artesanías y manualidades; otro de los ejes es la inclusión social, es decir que los emprendimientos deben estar planteados desde un trabajo en red, junto con lo educativo, no solamente desde la capacitación que siempre se hace para mejorar el trabajo de los emprendedores y emprendedoras, sino también en el sentido más amplio de generar condiciones en otro sentido, como trabajar en una economía social; y el otro eje tiene que ver con la cuestión del asociativismo y la generación de condiciones para establecer cooperativas de emprendedores urbanos".

En relación al último punto, Pavicich explicó que es importante que los emprendedores comprendan que este trabajo "no se está haciendo únicamente para generar ingresos", sino que se hace desde un espacio de reflexión de "cómo debe replantearse una economía que no solamente concentre capital, sino que también pueda dar lugar al desarrollo de estos pequeños emprendimientos y que tengan un lugar en la economía, y por supuesto en el mercado".

En este sentido, una de las medidas puntuales a tomar el próximo año es la creación de carros cooperativos de comercialización que puedan situarse en diferentes lugares de la ciudad, de manera que los emprendedores puedan exponer sus productos en distintos momentos y lugares.

Además, se lanzó una guía distrital que será actualizada cada tres meses con el detalle los emprendimientos que pueden encontrarse en cada distrito, identificados por nombre, titular, rubro, dirección, teléfono y acciones, "para que quienes estén interesados puedan tener conectarse con los emprendimientos, más allá de las ferias o los carros de comercialización", explicó el funcionario.

Por otra parte, volviendo a los planes para el próximo año, se planteó que los productos de alguna manera tengan un fuerte componente local, "que tengan esa impronta de artesanías que tengan que ver con la ciudad", reafirmó Pavicich, y aventuró: "Incluso se pueden pensar algunas que tengan que ver con cada distrito o barrio en particular".

Hace casi dos semanas, con más de 80 emprendedores exponiendo sus productos, se desarrolló en Plaza San Martín una feria de objetos manufacturados donde podían encontrarse desde muebles hasta collares, pasando por cinturones, ropa blanca y adornos.

Tal es el caso de Bety, cuyo marido se quedó sin trabajo tras una fuerte depresión y empezó a fabricar hebillas, capillitas, y cajas de madera. "Empezamos en Las Cuatro Plazas, con mi marido y mi hija -relató- después convocamos a la gente a través de una radio comunitaria, y vino mucha gente. Ese mismo año nos convocó la Municipalidad a la feria y acá nos quedamos. La verdad que encontramos buena gente y mucho compañerismo. Nos hace bien y nos ayuda económicamente".

Diferente es el caso de Mariana, que por tradición familiar hace sahumerios y fragancias, y asegura que puede vivir de esto porque "el sahumerio es milenario, todo el mundo lo conoce", y explicó que hay distintos tipos de sahumerios que tienen que ver con perfumería y con aromaterapia.

Por su parte, Delia hace accesorios con coco, madera y semillas, mientras que su marido trabaja con vitrofusión. "Yo soy docente y pude retirarme antes de la edad de jubilada, y cuando se jubiló mi marido empezamos los dos", recordó Delia, quien a diferencia de Mariana aseguró "que no se vive de esto", sino que "sirve para incrementar las jubilaciones", aunque destacó que "lo lindo de esto es que te permite salir a los pueblos, a los festivales fuera de Rosario, y se la pasa bien".

Informe: Paula Kearney.