"El Instituto de Rehabilitación del Adolescente de Rosario se ha transformado en una cárcel". Esta fue la frase que eligió la diputada provincial de la UCR, Mónica Peralta, luego de recorrer ayer junto a sus pares de la comisión de Derechos y Garantías de la Cámara Baja, Raúl Lamberto (PS) y Alicia Gutiérrez (ARI) las instalaciones de la institución. Los tres diputados habían tenido la semana pasada muchas trabas de parte de la directora del IRAR, Laura Bevilaqua, para constatar las denuncias realizadas por personal del instituto, relacionadas con las malas condiciones en la que están alojados los menores. El tema también se instaló ayer en la capital provincial, cuando la jueza de Menores, Ana María Elvira, declaró que no quiere "instituciones que sean depósitos de personas, sino que se trabaje con toda la comunidad para tratar de recuperarlos e incluirlos porque pareciera que cuando uno habla de menores no incluidos en la ley penal, hay que encerrarlos y yo no quiero eso, porque quiero que se recuperen y se inserten en la sociedad".

Los diputados provinciales pudieron finalmente hacer ayer por la mañana la recorrida por el IRAR. En esta oportunidad, los legisladores no tuvieron ninguna traba para inspeccionar el instituto que depende de la dirección de Menores en Conflicto con la Ley Penal.

El jueves pasado, la directora de la institución ubicada en Cullen y Saavedra, Laura Bevilaqua, les había solicitado a los legisladores sus identificaciones políticas, y además les exigió que dejaran sus celulares y cámaras fotográficas. Ante las trabas, los diputados se retiraron del lugar y le pidieron a Elba Ballore, titular de la dirección del Menor en Conflicto con la Ley Penal, una reunión urgente. Pero la muerte de Néstor S, un menor alojado en el IRAR, que falleció por las graves heridas provocadas por el fuego, que le quemaron el 80% de su cuerpo, impidió concretar un encuentro, que finalmente se realizó unos días después.

"Este no es un lugar de recuperación. Van a hacer cuatro años que los diputados venimos encontrando todo tal cual estaba entonces. Lo único que provoca el hecho de que estemos acá es que circunstancialmente se mejoren algunas condiciones. Pero esto se ha transformado en una cárcel. No lo hemos visto en las unidades de máxima seguridad que hemos recorrido, incluso en la cárcel de Coronda" declaró la diputada Peralta, luego de recorrer el instituto situado en la zona sudoeste de la ciudad.

Peralta indicó que el IRAR dejó de ser un instituto de rehabilitación por varios motivos. "En primer lugar, porque es un lugar custodiado por el Servicio Penitenciario. Segundo, porque se han cambiado directores generales, cuatro directores del IRAR y jamás hemos podido acordar con ningún funcionario ninguna ley porque los van cambiando sistemáticamente. No hay nada acá, ni desde la infraestructura ni desde las condiciones de habitabilidad, que indique que este es un lugar de rehabilitación para chicos que deben reinsertarse en la sociedad".

Ante la consulta de Rosario/12, el legislador Raúl Lamberto manifestó que en relación a la última visita que habían podido realizar en el IRAR, "la diferencia es que antes había 79 internos y hoy 32; pero sigue habiendo agua en los pisos, los desagües se tapan. La situación está muy lejos de ser la deseable". Lamberto indicó que "desde el punto de los chicos el déficit es muy grande. Incluso, hay un lugar, que llaman de admisión, pero que es más de castigo, donde hay cinco chicos que no tienen baño y tienen que hace sus necesidades en una bandejita de plástico".

El titular de la comisión de Derechos y Garantías de la Cámara Baja agregó que "los chicos no tienen talleres, están todo el día en el pasillo, que no da a la calle. Hace un mes que no salen al patio porque está lleno de yuyos; es tremendo". Según el diputado del Partido Socialista, "hay además una situación planteada ante la dirección con respecto al personal, con situaciones de trabajo muy precarias, con becarios y pasantes; y está también interviniendo el Servicio Penitenciario. Finalmente pudimos hablar con la directora Ballore y le planteamos nuestra preocupación por la ausencia de políticas de minoridad".

Por su parte, la jueza de Menores de Santa Fe, Ana María Elvira, en declaraciones a LT10, aseguró compartir el diagnóstico que realizó su par de Rosario, Leandro Artigas, quien decidió el arresto domiciliario del menor conocido como Pelo Duro, antes de mandarlo al IRAR, al indicar que "no hay tratamientos ni políticas públicas que puedan revertir esa situación, porque hablamos de chicos menores de 16 años con familias deterioradas o sin ellas, y el tema cada vez se agrava más y se hace más complejo porque no sabemos qué se puede hacer y cuántas neuronas les quedan a estos chicos sin normas, sin valores y excluidos".

La magistrada agregó que "el problema de los chicos es de los grandes: de quien no le enseña, de quien no lo ayuda a crecer, de quien le vende la droga", e invitó a los adultos a "poner las barbas en remojo, ya que el problema es de todos los que tenemos algo de responsabilidad desde todos los ángulos".