Durante y después del encuentro entre Gimnasia y Esgrima y Ñuls se registraron serios incidentes. "Esto es tierra de nadie", advirtió Nery Alberto Pumpido al arriba al bosque platense. Y el técnico no se equivocó. Porque durante el entretiempo algunos jugadores de Ñuls debieron subirse al techo del micro para evitar ser agredidos por los hinchas locales. Y esto demoró en varios minutos el inicio del segundo tiempo.

Tras la finalización del partido el plantel leproso debió esperar más de una hora para abandonar la cancha. Mientras que algunos periodistas de la ciudad, que fueron ubicados en la platea local, fueron agredidos por simpatizantes del lobo sin que interviniera la policía. "Da bronca que pasen estas cosas porque nosotros venimos a jugar un partido de fútbol. Nos tiraron bombas dentro del vestuario y rompieron vidrios. Creo que Gimnasia no necesita de estas cosas para salir campeón", expresó Pumpido.