El salón donde ayer se presentó el protocolo de actuación de la Guardia Urbana Municipal para la atención de violencia contra las mujeres en la vía pública estaba colmado. Mujeres de los barrios habían ido a participar del lanzamiento de la guía pionera en América Latina, que fue elaborada en conjunto por el Area de la Mujer y la GUM, con el apoyo de CICSA y la agencia de Naciones Unidas para la Mujer, Unifem, en el marco del Programa Ciudades sin violencia contra las mujeres, ciudades seguras para todos.

En ese marco, la directora de Unifem, Ana Falú, no ahorró elogios a la administración socialista. "Nos enorgullecemos de estar apoyando a Rosario, y lo hacemos con muy pocas ciudades. Elegimos a la ciudad por la coherencia de sus políticas públicas y la voluntad política para llevarlas adelante. Porque acá se comprende que la violencia hacia las mujeres no es un problema de las mujeres, sino de la democracia", dijo la funcionaria del organismo internacional para América del Sur. No sólo se refirió a la administración socialista, sino también a las organizaciones de la sociedad civil. Fue música para los oídos de Lifschitz, quien agradeció los elogios y dijo que "vale por el reconocimiento en una sociedad tan mediática, efímera, superficial, donde los esfuerzos a largo plazo y las políticas de Estado no adquieren tanta relevancia como la coyuntura". Los aplausos fueron fuertes, pero los periodistas entraron a entrevistarlo cuando el acto había terminado.