Un tiempo atrás, una de las integrantes de Ammar Rosario encontró una carta que La Sanjua -así le decían a Sandra Cabrera porque era oriunda de la provincia de San Juan-, le había mandado a una amiga, otra Sandra. Está fechada el 21 de noviembre de 2002. Los primeros párrafos están destinados a la explicación de Cabrera acerca de la ropa que habían podido reunir las mujeres de AMMAR para quienes la necesitaban, y de allí la que podía mandarle. Más adelante le contaba cómo era la experiencia de haber constituido una asociación de trabajadoras sexuales, entre las que estaba Claudia Lucero, y la de encontrar un lugar en la sociedad. Sandra Cabrera mostraba su entusiasmo y comprensión de lo que significa, para los trabajadores, la organización.

"Ahora tenemos una marcha desde la ciudad de Buenos Aires y terminamos en Mar del Plata. Volvemos el martes 25 de noviembre. Te cuento que esto está muy bueno y a mí me re gusta, aparte te das cuenta que no somos tan discriminadas como antes. Tenemos acceso a otras cosas como por ejemplo esto, nunca pensé que iba a tener lugar en la sociedad, como ahora. Y eso nos da muchísima fuerza para seguir. Ya cumplimos un año de trabajo y cada vez es más fuerte la asociación...Ah!, esa ropa es de un ropero comunitario, lo armaron las compañeras para las que más necesitan. Bueno no puedo seguir escribiendo porque tengo que terminar de ver lo de la marcha. Besos y no te olvides que estamos en el mismo lugar. Te quiere. La Sanjua".