Las historias de Roberto "Pimpi" Camino y Ñuls se cruzaron en 2002. Ese año, el Pimpi destronó, a los tiros limpios, al jefe de la barra rojinegra de ese momento, Oscar "Cacho" Lucero. A partir de allí, la influencia y el poder de Camino se fue acrecentando a pasos agigantados. Pimpi, llegó a los para avalanchas ñulistas gracias al apoyo de Pedro Bismark, conocido como el "Loco Demente", el mismo que ahora está fuertemente enemistado con Camino y pretende ser nuevamente el líder de la hinchada leprosa.

Muchos aseguran que Eduardo J. López benefició a Pimpi con el pase de varios jugadores de las inferiores del club y que le concedió la administración del estadio cubierto leproso, cuestión que nunca pudo ser probada por la Justicia ya que los abogados del ex presidente rojinegro presentaron documentos donde constaba que el manejo del gimnasio cubierto estaba tercerizado y el apellido Camino no figuraba en ningún papel. Al perder López las elecciones, el Pimpi no tiene intenciones de dejar de recibir los beneficios y el poder que durante más de 5 años le fueron concedidos a él y su gente y es por eso que intenta, de diferentes maneras.

Pimpi, es secundado por sus dos hermanos (Tato y Juan Ramón) y por Lalo Latorre y tiene varias causas en su contra. Una de ellas es el homicidio de María Nazaret Melgarejo, ocurrido en 2004, en barrio Las Flores. Melgarejo era compañera de Cacho Lucero, ex líder de la barra leprosa, y fue asesinada de un balazo calibre 22 que ingresó en la cabeza. También hubo otros ataques que terminaron con las heridas o muerte de varias personas todas vinculadas, de una u otra manera, a las barras rojinegras. Uno de los casos más recordado fue el ataque que sufrió el negocio de la madre de Diego "Panadero" Ochoa, otro de los que aspira a quedarse con el puesto de jefe de la barra.