Una de las querellantes en el juicio por crimenes de lesa humanidad, Patricia Isasa, recibió dos mensajes de textos en su teléfono celular que interpretó como una intimidación. "No puede ser que el precio de promover justicia sea recibir amenazas", dijo la joven que fue secuestrada cuando tenía 16 años, en 1976. Uno de los mensajes señala que la amenaza a la familia del fiscal José Ignacio Candioti, que interviene en el proceso, "era una broma".

Isasa denunció las amenazas en la Fiscalía Federal y ante el programa de Protección a Testigos de la provincia de Santa Fe. El primer mensaje lo recibió el domingo pasado supuestamente desde un teléfono de Reconquista, donde le decían que la amenaza a Candioti "eran una broma". El segundo, llegó a su celular el martes pasado, alrededor de las 18.30: "Yo te avisé, todas las amenazas son falsas".

Ayer, Isasa reveló las intimidaciones en una conferencia de prensa junto a las Madres de Plaza de Mayo, militantes Hijos y otros querellantes en el juicio, entre ellos José Schullman. "Estamos en la tercera jornada del juicio y ya llevamos dos amenazas ¿Qué vamos a esperar cuando salga la sentencia?", se preguntó. "No puede ser que nos quiten el derecho legítimo de tantos años de tener justicia. No puede ser que el precio de promover justicia sea recibir amenazas. No debo ni puedo estar en peligro por promover justicia. Hemos peleados contra la impunidad. Nada de esto juicios hubiese ocurrido si no hubiésemos estado todos juntos", concluyó en un diálogo con el diario electrónico Notife.com