Un miembro de la junta que mantiene intervenido el Hogar del Huérfano reveló a este diario que autoridades del mismo aseguran que desde la difusión del caso de un niño abusado por personal del lugar entre 2009 y 2010, las donaciones bajaron en frecuencia y cantidad. A eso se suma cierta preocupación por eventuales planteos gremiales que surjan de los empleados que ven disminuir la población de niños a cargo y, por ende, sus actividades.

El asilo de Laprida al 2100, que en diciembre cumplirá 142 años, está intervenido por una comisión liderada por la Provincia y Promoción Social municipal, desde que un niño de 9 años pudo contarle a su familia sustituta los abusos y maltratos que sufrió en esa institución cuando estuvo alojado. Ese relato llegó a Tribunales y el juez Juan Donnola halló evidencias para procesar a dos celadores del Hogar, uno de los cuales tenía antecedentes de ese tipo y sin embargo siguió en funciones. En dos oportunidades anteriores, profesionales que trabajaban allí reportaron situaciones similares. La Justicia desestimó las denuncias y quienes las revelaron terminaron despedidas por la comisión de damas benéficas que regentea el orfanato.

La comisión interventora procura transformar las prácticas institucionales. Uno de sus miembros, que pidió reserva de su nombre, contó que al principio descubrieron una sala llena de juguetes y juegos de mesa, pero cerrada y vedada a los niños. La explicación fue que les costaba mucho conseguir los juguetes y debían cuidarlos.

Los chicos del Hogar nunca visitaron ni la Isla de los Inventos, ni la Granja de la Infancia, ni el Jardín de los Niños, a pesar de que son lugares abiertos a todo público y gratuitos para cualquier institución de la ciudad que trabaje con niñez.