"Me advirtió: ahora vas a ver quién es el verdadero dios". Así relató Rocío Abramos, la hermana mayor de Juan Gabriel, lo poco que conoció de su padre como devoto de San La Muerte. Es que una noche, durante el programa de FM que tenía la víctima, donde su hijo era radioperador, una mujer llamó y salió al aire porque quería contactarse con su marido muerto. "Mi papá empezó a hablar raro, en una lengua que no conozco y con una voz muy rara, que no era para nada similar a la suya. Fue como si un alma hubiera entrado en su cuerpo", contó la joven que hace más de 12 años vive en Lomas de Zamora. "Agarré a mi hijo y me fui", dijo. Rocío confirmó que su padre estuvo preso cuando ella era chica, y señaló que después estuvo internado en un neuropsiquiátrico de Oliveros, donde ella cree que empezó a adorar a San La Muerte, y a hacer "trabajos" en su nombre.