Jueves, 7 de febrero de 2013 | Hoy
CIUDAD
El jefe de la policía de Santa Fe, Omar Odriozola, despegó ayer los tres crímenes ocurridos el lunes en Rosario; entre ellos el de Maxi Rodríguez, el hijo del Quemado, procesado por el triple crimen de Villa Moreno, de los cambios en la fuerza decididos esta semana por el gobierno provincial. "Están absolutamente separados", indicó Odriozola. "Se han dado gravísimos hechos y no ha habido ningún tipo de cambio, son casos aislados", agregó el flamante jefe policial quien insistió en que "lo más preocupante es el narcotráfico, que se lo está atacando desde todos los lugares".
Por su parte, el subjefe de la fuerza, Raúl Ardiles, dijo que "lo que ocurrió es casual y no tiene nada que ver con nuestro nombramiento. En 30 años de carrera no hemos tenido ningún problema de ese tipo". Además, Ardiles dijo que "por más énfasis que se ponga en la prevención, se ve que los autores del crimen estaban dispuestos a todo".
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