Llegamos una mañana y al lado del reloj, el que nos indica cada día a qué hora ingresamos a trabajar, a qué hora nos vamos, había pegado un escrito informando al personal que la empresa, nuestra empresa, estaba tramitando su quiebra. Los ojos se nos pusieron grandes, casi se nos escapó el corazón del cuerpo, y nos miramos, algunos con lágrimas en la cara, preguntándonos ¿y ahora qué? ¿qué de nuestras vidas? ¿qué de nuestro futuro? ¿qué de nuestra familia? Sin embargo, ese qué punzante fue el disparador, el indicador de que había una luz pequeña en tanta oscuridad. Esa luz está comenzando a tomar nombre, forma, color, va teniendo sabor a expectativa, a esperanza, a dignidad. Esa luz no es otra cosa que este proyecto de todos los trabajadores que componemos La Cabaña Saic e Intyfood SA de contar con nuestra cooperativa de trabajo, porque nuestros productos son nuestros, nos pertenecen, porque somos quienes los elaboramos, porque allí ponemos nuestra energía, nuestra capacidad y conocimientos, de manera que llegue a cada mesa lo mejor que sabemos hacer.

Sabemos que recién comienza la lucha, el trabajo arduo, sabemos que muchas puertas se cerrarán pero intuimos, estamos casi seguros, que serán muchos más las que realicen el movimiento contrario.

Hoy tenemos el apoyo de nuestra familia, de nuestros amigos, de nuestro gremio, de entidades que trabajan denodadamente para este proyecto, orientándonos hacia la nuestra meta, el aliento de personas que ya han pasado por estas circunstancias, pero nada será suficiente, de allí este llamado, estas voces, que son casi gritos, a nuestra sociedad, a nuestra justicia, a nuestro gobierno, al corazón de aquellas personas que saben lo que significa perder la fuente de trabajo, porque perder la fuente de trabajo significa perder la dignidad frente a todos.

Gracias por acompañarnos a los que elijan hacerlo, y sepan que si nuevamente las góndolas de supermercados, autoservicios, granjas, etc, ser vieran colmadas de nuestros productos, será no sólo por el esfuerzo nuestro, sino el de todos, aún de aquellos que solamente se tomen un momento para escucharnos.