-¿Qué pasó con el joven Franco Casco en la comisaría séptima? ¿Qué percepción tiene usted de lo ocurrido con su experiencia?- le preguntó este diario a José Ricardo Spadaro, responsable de la inteligencia criminal del gobierno de Santa Fe.

-Tengo que ser absolutamente franco como siempre soy. No quiero abrir juicios contra los policías, pero es un caso que a mí, tal como lo manifesté internamente, me generó una gran preocupación por el modo en que ocurrió. Por la oportunidad y las características del hecho no me resultaron convincentes las explicaciones. Puede ser que sea una suma de casualidades, pero me impresionó mal. No estoy condenando a nadie porque no tengo más información. Por eso fui a ver el libro de guardia después que se produjeron los relevos de los policias, para ver esa historia. Fuí por las mías, y el relato oficial es coherente, pero los hechos son preocupantes, por eso pedimos que se investigue y nos saquemos las dudas. Después me impactó ir al carnaval del barrio y escuchar las canciones que acusaban a la policía. Eso lastima porque si el campo popular está diciendo eso, hay que arreglarlo, este es el desafío. Quiero ser claro: si algo ocurrió en esa comisaría tienen que ir todos presos, y cuando digo todos, son todos, del primero al último de los policías que estaban ahí. Si la justicia federal llega a esa conclusión, no tiene que quedar ninguno de los efectivos que estaban allí porque son todos cómplices- concluyó.