¿Se siente segura volviendo a su casa? ¿Teme que su pareja u otra persona le cause algún daño? Estas dos preguntas forman parte del protocolo de detección de rutina elaborado en el marco de la campaña "Una vida sin violencia, un derecho de todas", que realizan las ONGs Casa de la Mujer e Indeso Mujer, junto al Area de la Mujer de la Municipalidad. "Es necesaria una política de detección de rutina cuyos argumentos se basan en que muchas de las mujeres que viven situaciones de violencia no las reconocen como 'abusivas' o 'violentas'. Es posible que consideren que se trata de situaciones 'normales' de las mujeres o el resultado de sus propios errores y deficiencias", explicó Liliana Pauluzzi, de Casa de la Mujer.

"Cuando la mujer no reconoce que puede y merece cambiar su situación, muy pocas veces busca ayuda de manera espontánea", afirmó Pauluzzi, quien refirió las investigaciones que realizó la Federación Internacional de Planificación de la Familia, Región del Hemisferio Occidental (IPPF/RHO por sus siglas en ingles) en Centroamérica. "Notaron que cuando se efectúan de manera correcta, las detecciones de rutina constituyen una herramienta poderosa para que la mujer tome conciencia de que merece una vida sin violencia", agregó la especialista.

En estos relevamientos, la organización internacional relevó que "los proveedores de salud pueden hacer que la mujer comprenda que la violencia representa, tanto para ella como para sus hijos, el peligro de sufrir lesiones o incluso de morir". Y eso fue confirmado por muchas mujeres, que aseguraron que gracias al aporte de los agentes de los servicios sanitarios pudieron "enfrentar su situación y buscar los medios para modificarla".

Pauluzzi consideró que un paso previo fundamental es que "el sector salud esté preparado para la detección de rutina para que pueda garantizar la seguridad, la privacidad y la confidencialidad de las usuarias".

Basados en las sugerencias de IPPF RHO, sugieren un cuestionario base. Una de las preguntas es "¿se ha sentido alguna vez dañada emocional o psicológicamente por parte de su pareja o alguna persona importante para usted?". Como muchas veces esta afirmación resulta abstracta, ponen como ejemplos los insultos constantes, humillaciones en privado o en público, destrucción de objetos apreciados, que las hayan ridiculizado, rechazado, manipulado, amenazado, aislado de amigos o miembros de la familia. Si la respuesta de la mujer es sí, le preguntan quién lo hizo. Una vez abordado el tema del maltrato psicológico, que es el más difícil de reconocer por mujeres y también por agentes de salud, les hacen preguntas respecto de la violencia física o la violencia sexual.