Viernes, 27 de noviembre de 2009 | Hoy
SON
La tira mama de lesbianas de carol y eva se puede leer en www.labroma.org
Por Flavia Company
Un hombre y una mujer están juntos en la cola de un aeropuerto para hacer el check in, y se besan en los labios, se abrazan, intercambian caricias. Son novios. O matrimonio. Nadie duda.
Nadie pregunta.
Dos mujeres están juntas en la cola de un aeropuerto para hacer el check in, y se besan en los labios, se abrazan, intercambian caricias. Entonces alguien se les aproxima y les pregunta: “Ustedes son hermanas, ¿no?”.
¿Perdón? ¿Acaso hay alguien que cree que existe una congregación de hermanas que profesan su amor a la otra mediante repetidos besos en los labios y caricias en la parte más baja de la espalda?
La pregunta, que de manera muy frecuente reciben parejas de lesbianas, suele hacerse en tono imperativo, como pidiendo que, en efecto, las supuestas hermanas confirmen esa información, declaren que, desde luego, son de la familia; una familia altamente cariñosa, como se ve. Incestuosa, casi. El homófobo u homófoba que hace semejante pregunta ofrece, o mejor dicho impone, a sus víctimas la respuesta adecuada. Ni siquiera les pide que se la inventen. No pregunta: “¿Ustedes qué son, qué relación tienen?”. No se atreve. Así que pregunta con la respuesta incluida: “Ustedes son hermanas, ¿no?”. Y añade ese ¿no? por pura fórmula, pero en realidad lo que parece que desea es ir hasta esas mujeres y decirles: “Ustedes son hermanas. Punto. No me hagan pensar en otras cosas. No me derriben mi mundito perfecto en donde no puede ocurrir nada que no me ocurra a mí. No me tiren por tierra mis senderos trillados. No me cuestionen. No me digan que hay otro modo de vivir y que para colmo procura la felicidad. Ustedes son hermanas y listo”.
Una anécdota: dos mujeres en luna de miel se topan con una pareja heterosexual en luna de miel también. Una de ellas se ofrece para hacerles una foto a ellos dos juntos, que aceptan, y piden que sea dándose un beso en los labios. Listo. Luego una de las mujeres pide a la mujer heterosexual que les haga una foto a ellas dos juntas, también dándose un beso en los labios. La heterosexual se ríe como si esa mujer hubiese hecho un chiste. Las mujeres se besan cuando la hétero está a punto de disparar. La foto sale movida, claro.
Moraleja: cuando veamos a dos mujeres juntas, incluso aunque no estén besándose, pensemos que, además de hermanas, amigas, compañeras de gimnasio o primas, pueden ser novias, pareja, amantes. Puede tratarse de dos mujeres que se aman. Y si se están besando en los labios o intercambiando caricias, ¡por favor!, abandonemos la parálisis mental y empleemos el cerebro para algo más que para rellenar el cráneo. Pensemos y de inmediato comprenderemos que esas mujeres no son hermanas.
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