Que la Cámara de Diputados de la Nación haya elegido esta semana como Mujer Destacada de 2009 a Marcela Romero, una transexual que es a su vez una reconocida militante por los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, travestis y transexuales, es signo de que algo está cambiando. Más allá de que el verdadero cambio debería venir del propio Congreso, el cual no ha hecho mucho hasta ahora por darle curso a una ley de identidad de género que permita a las personas trans ser llamadas por sus nombres. Marcela Romero es también una activa luchadora por la derogación de los códigos de faltas y contravencionales, que criminalizan el travestismo en distintas provincias, y ha sido una trabajadora incansable en la prevención de la transmisión del vih-sida y otras infecciones de transmisión sexual entre las personas transgénero. Por eso fue la elegida entre las numerosas postulantes que fueron propuestas por diputadas y diputados.

"Al presentar a Marcela Romero como Mujer Destacada del Año quisimos por un lado visibilizar la lucha por el reconocimiento de los derechos humanos del colectivo LGBT y por otro intentar lograr que ninguna persona tenga en el futuro que esperar 10 años o más para lograr un DNI con el nombre que se corresponda con su identidad de género, como le sucedió a Marcela", señaló la diputada Silvia Augsburger, quien propuso a Romero para el premio, durante el acto realizado en el Salón de Pasos Perdidos de la Cámara baja.

Con este reconocimiento parece más probable que, en un futuro cercano, se pueda discutir esta ley en el Congreso. De hecho, hay un proyecto presentado por Augsburger a través del cual, de ser aprobado, cualquier persona trans podría solicitar el cambio de sus datos registrales para que se rectifique la partida de nacimiento y se emita un nuevo DNI en el que figuren el nombre y el sexo de la vida real. El trámite sería administrativo y una oficina especial resolvería las solicitudes en un plazo de noventa días. Y sólo así este merecido premio a Marcela Romero obtendría su real cometido.