Durante la ultima semana, el año 2009 exprimió al máximo su capacidad de darnos buenas noticias. Ya existe un matrimonio gay en América latina y sucedió nada menos que en el fin del mundo. Si esta excelente noticia resulta poco, pues habrá que ir hasta a China a buscar la siguiente. O bien empezar a fabricarla.
Y el 2009 se va con lluvia de arroz nomás, porque Alex Freyre y José María Di Bello, después de varias marchas y contramarchas, se casaron finalmente. Para hacerlo se tuvieron que ir al punto más austral del continente, a Tierra del Fuego, donde la gobernadora Fabiana Ríos autorizó a la pareja mediante un decreto. Así, Freyre y Di Bello se convirtieron en la primera pareja del mismo sexo que se casa en Latinoamérica. Un hecho histórico, un hito en la lucha de las organizaciones Glbtti por la igualdad de derechos. "Acá, desde el fin del mundo o desde el principio, los iluminamos a todos. No lo quisimos hacer público hasta terminar para evitar artilugios legales que nos impidieran casarnos. Estamos sumamente emocionados y felices por lo que esto significa para todos los gays y lesbianas de la Argentina. Estamos muy orgullosos", dijo Freyre al final de la ceremonia, poniéndole un moño a este año que se va. Y lágrimas de emoción, y una profunda alegría.
No se trató de optar por un número redondo (en lugar de dos años, tres meses y un día de inhabilitación, directamente diez años), sino de darle su justo merecido a Fernando Ferrín Calamita, el juez de Murcia que, por haber retrasado la adopción de una menor que había sido solicitada por la pareja de su madre biológica, fue acusado del delito de prevaricato por el Tribunal Supremo de esa provincia española. “Retardo malicioso con el agravante de desprecio por orientación sexual”, se esgrimió como argumento. Y así el forrín de Ferrín no sólo no podrá ejercer ningún cargo público a lo largo de una década, sino que también tendrá que pagar 6 mil euros en concepto de indemnización.
Ya circula por Internet el trailer de la segunda película de Sex & The City, y lo cierto es que trae algunas sorpresitas. La más interesante, quizá, sea que aparece una imagen de lo que bien podría ser una boda gay –de la que ya se había hablado anteriormente–, aunque por la lejanía de la toma ¡seguimos sin saber quiénes son los tortolitos! Un suspenso que acaso se sostendrá hasta el mismísimo estreno del film (previsto en la Argentina para mayo de 2010), o por lo menos hasta el próximo trailer.
Massachusetts, Connecticut, Vermont y Iowa eran, hasta hace poco, los estados que permitían casarse a las personas del mismo sexo en los Estados Unidos. Y en estos días se ha sumado a este bien habido club el distrito de Columbia (en donde está nada menos que la ciudad de Washington). Ahora sólo resta que el Congreso le dé el visto bueno a la legislación, una vez que Adrian Fenty, alcalde de Columbia, ha promulgado la medida. Los concejales del distrito que apoyaron el proyecto han declarado que la oposición conservadora no tiene los votos suficientes en el Capitolio para descarrilarla. Ni parece haber Proposición 8 ni Martes 13 que se avecine.
Pocos ambientes hay más congueriles que el ambiente del rugby. Y para comprobarlo (o para desmentirlo) está el galés Gareth Thomas (35), una verdadera leyenda de ese deporte, quien en estos días ha salido del closet en una entrevista publicada en el diario Daily Mail, no sin cierto dramatismo: aseguró que haber vivido en secreto su homosexualidad hizo que llegara a pensar en suicidarse. “Nunca lo acepté porque sabía que nunca sería aceptado siendo gay, ni lograría todo lo que quería conseguir en este deporte”, contó el rugbier, quien en 2002 se casó con Jemma, la novia de toda su vida, y con quien hoy en día está en trámite de divorcio. “Ha sido muy duro para mí esconder lo que soy de verdad y no quiero que le suceda lo mismo al próximo joven gay que quiera jugar al rugby”, añadió Thomas, antes de confesar que supo que era gay desde los 16 o 17 años.
Austria, cuna de Hitler y uno de los países más a la derecha del continente europeo, ha sorprendido a propios y extraños aprobando, la semana pasada, las uniones civiles para parejas del mismo sexo. La nueva ley, que entrará en vigencia el 10 de enero de 2010, les dará a las parejas gaylésbicas la posibilidad de compartir obra social, acceso a una pensión en caso de viudez, y el derecho a una pensión alimentaria en caso de separación, aunque no contempla la adopción entre sus beneficios. Una noticia que bien vale un vals, por lo menos.
Será en la tierra de los charros, el tequila y los mariachis, donde las parejas del mismo sexo podrán casarse por primera vez en América latina. Así lo dispuso la semana pasada la Legislatura del Distrito Federal, luego de una votación en la que se aprobó un proyecto que incluye reformas a seis artículos del Código Civil de la capital mexicana, entre ellos el que establece que “el matrimonio es la unión libre entre un hombre y una mujer”, y que será modificado por “la unión libre entre dos personas”. También las parejas podrán adoptar y heredar a sus cónyuges, ampliando los derechos que, dos años atrás, la promulgación de la unión civil les había dado. Pero habrá que esperar hasta febrero (por razones burocráticas) para que las primeras bodas puedan ser celebradas.
Calculando que el 10 por ciento de la población mundial es Glbtti, y considerando que en China viven más de 1300 millones de personas, ¡imaginen la cantidad de chinos que se habrán puesto contentos con la apertura del primer bar gay “legal” en ese país! Y decimos “legal” porque, si bien es sabido que hay locales frecuentados por el colectivo en grandes ciudades como Pekín o Shanghai, lo cierto es que el bar que hace algunos días abrió sus puertas en la ciudad de Dali, un destino turístico de la provincia sudoccidental de Yunnan, es el primero que cuenta con el apoyo explícito del gobierno chino. Lo que no es poca cosa, si se tiene en cuenta que la homosexualidad fue considerada en ese país una enfermedad psiquiátrica ¡por ley! hasta 2001.
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