El otro pesebre
La escena del nacimiento de Jesús registra sutiles variaciones en los textos santos y el pesebre, tal cual lo conocemos hoy, tampoco fue así desde el segundo día. Supuestamente, hasta el siglo IV las representaciones de la Sagrada Familia ubicaban al niño en el centro, acompañado por una vaca y un asno. Tiempo después se agregó la estrella y más tarde María; José y los pastores aparentemente habrían llegado juntos y con igual demora. Más de 2000 años tuvieron que pasar para que, justo en el mismo siglo en que desde la Santa Sede se propuso excluir a los gays de los seminarios, emergieran de la oscuridad y la ignominia nuevos personajes en el pesebre y nuevas personalidades para los viejos protagonistas. Desde ese hondo bajo fondo Soy ha rescatado este puñado de textos apócrifos que, sin ninguna intención de herir a almas sensibles y feligreses del culto cristiano, aportan la cuota de confusión necesaria que necesita todo misterio para conservar su mística.