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Viernes, 25 de julio de 2008

A LA VISTA

Hogar agridulce hogar

Un drama familiar fresco y sutilmente trans, sin ciencia ficción aunque transcurre en el futuro, no tan lejano.

Los avances de la ciencia y la tecnología no van a modificar demasiado las relaciones familiares. Esta parece ser la premisa de este debut como directora y dramaturga de la actriz Elisa Carricajo. La intimidad de una familia empieza a develarse en casa de Ana y Máximo con la llegada de hermana de él, que ha venido para quedarse junto con su pareja. El universo realista expuesto en los recuerdos y en las situaciones se corroe constantemente, y un extrañamiento surreal aflora en la moralidad cotidiana de estas criaturas. Suaves efectos deformantes están presentes en la escenografía dominada por césped sintético y por una compleja instalación en una de sus paredes, en los objetos y sobre todo, en el vestuario, de mínimos detalles futuristas. Al principio parece que habrá mucho por reprocharse, pero luego, la contundente presencia de "la extraña embarazada", la pareja de Magalí, aportará nuevos sentidos al juego escénico. Víctimas de la intolerancia del nuevo entorno y responsables de alterar la armonía y la "normalidad", los personajes que llegan contribuyen a una acumulación de tensiones en escenas donde el humor aparece siempre cercano al absurdo. Deborah Dejtiar construye su neurótica Ana desde una distinguida artificialidad, sin caer en excesos. Es muy delicado el planteo en cuanto al género del personaje que compone la bella travesti Julia Amore. La directora se preocupa por subrayar la incomodidad en la que constantemente se ubica a este personaje sin escatimarle locura a sus textos. La emoción se apodera de la escena en su sentido monólogo sobre la fe en Dios donde trata de dejar explícito que, a diferencia del resto de la familia, toda ella está preparada para dar amor. La criatura que espera se llamará Lucero. "¿Y si es un varón?". "Nosotras no pensamos en esos términos", responde esgrimiendo el sentido de su respuesta como manifiesto de todas las acciones de su personaje. Completan el elenco Federico Buso, recubierto por el discurso femenino que lo ahoga y lo paraliza, y Paula Acuña, como su pragmática hermana. Funcionar como una familia no va a ser fácil. Algunas pequeñas situaciones domésticas se transforman en metáfora de un estado de cosas en veintisiete años por venir.

2035 Los Viernes a las 22 hs.
CC Ricardo Rojas, Corrientes 2038

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