No hay caso: llegan los primeros calores de diciembre y el Mosquito no te deja ni apretar el Off del grabador que ya sale de su palangana o hervidero de renacuajos en el que dale que dengue dengue todo el invierno, te apunta a la nalga y pica, o sea, en otras palabras, te organiza el Festival Destravarte, y antes de que te puedas dar cuenta ya estás sans culote y Sancinetto, esta vez con dos sedes y artistas en escena para tirar al techo. Generosa programación con más obras de teatro, homenajes a iconos varixs, desfile glamoroso producido por Delfina Bianco, el video documental de lxs Putos Peronistas... ya va por el tercero, qué querés. Dicen que esta vez, por fin, iban a invitarme a hacer una perfor (“...mance” no, “...ración”, obvio), pero que se armó tal discusión en torno de mi identidad real y aparente sobre si soy travesti, lesbiana, gay o hétero en el closet, que decidieron dejarme para la próxima. Decí que la gente de este suplemento no me pregunta nada y me tiene de comodín para cuando les faltan espacios que rellenar, así que con el carnet de cronista estrella en las dos manos pasé como una Lux a cubrir el evento de inauguración. Fue llegar a Casa Brandon (que de un tiempo a esta parte se ha convertido en una mezcla de Parlamento nacional, Club 59, Factory de Andy Warhol y Escuela de Repostería) y ver tanta trava suelta que me dieron ganas de tocar el pito y pedir documentos. “No, esperate un poco, Lux —me dijo mi amiga Marlene—, que si los pedís te los van a dar muy orgullosas unas pocas que estuvieron haciendo amparos, y las otras por ahí te dan un carterazo. El año que viene, con la ley, te das una panzada de prepotencia.” “Sí —agregó Lisa, la dueña de casa—. Además te podés venir vestida de policía, eso ahora mismo, porque Nilda lo hizo.” Daniela Rojo, en cambio, ni me dio pelota: estaba ultimando detalles a su obra plástica, fotos de viaje se mandó la loca... pero ojo que ni turístico ni de aventuras sino las dos cosas: desde su La Rioja natal hasta esta metrópolis. Como ella misma contó en su emotivo relato mientras Marlene Wayar y Lisa Kerner y Alejandro ex de GH atendían a los canales. Y entonces leyó Susy Shock, con esa voz que tiene que parece recién arrancada de una siesta con malos pensamientos de los más profundo de la tierra, ya un clásico de esta movida; y se sumó Karen Bennet, para terminar ambas rockeando la noche bien transilvanias. Y luego fue el turno para la poética de la gran Naty Menstrual y Klaudia con K, tótem trans con brillos propios. Y mesas de debate, y abrazos por la media sanción de la ley de identidad de género, y la Tabbita y sus colores y Enrique Gurpegui con sus filosos dibujos transpirados, y la coope Nadia Echazu exultante porque Itiel, una de sus integrantes, fue consagrada en estos días belleza trans latinoamericana en un encuentro en Bolivia. Y entre tacones propios y lejanos y Paula Polo corriendo de Brandon al Teatro Presidente, que a esta altura debería ser renombrado Presidentx!, ... pasó otro Encuentro, ya necesario, ya convirtiéndose en cita obligada para mezclarnos, ver en qué andamos, pavonearse un rato... para que trave lo que se trave, no se destrave lo importante... que en este caso nunca más será invisible a ningún ojo. ¿Me dirán que hoy no conté ningún encuentro subido de tono? Bueno, ok, les doy una puntita: estuve en los baños de Brandon repartiendo sin mirar a quien quiso lecciones de identidad para el próximo simposio sobre mí, a ver si ahora alguien se atreve a decir quién, qué o quiénes soy yo.