Viernes, 6 de abril de 2012 | Hoy
SOY POSITIVO
Por Pablo Pérez
Cuando le dije a mi amigo barebacker que la vacuna contra la hepatitis C no existía y que en la actualidad, además, en Estados Unidos eran más las muertes causadas por hepatitis C que por VIH, me contestó: “No, yo no sé un corno, imaginate que vos me curaste de sífilis”. Y enseguida cerró la ventana de chat. Mi amigo se refería a una situación de unos meses atrás. Me lo había encontrado en el chat y me había contado que tenía un sarpullido en todo el cuerpo, sobre todo en las manos y que no podía parar de rascarse. Había ido varias veces a la guardia, donde siempre le recetaban antialérgicos y la picazón no se le pasaba. “¿No tendrás una sífilis avanzada? le pregunté, me acordé de un amigo había tenido los mismos síntomas. ¿Le dijiste al médico que te atendió que cogías sin forro y que tenías VIH? Como tardaba en contestarme, decidí llamarlo. Me extrañaba que no hubieran contemplado esa posibilidad. Le sugerí que fuera a una guardia lo antes posible para hacerse ver de nuevo y que le dieran una inyección de penicilina. En los seropositivos, la sífilis evoluciona muy rápido. Mi sospecha se confirmó.
¿Por qué una persona puede tomar la decisión de coger sin forro? Tal vez porque sabe que tiene todos los virus posibles, en particular el VIH y el de las hepatitis B y C. Las venéreas pueden transmitirse por sexo oral e incluso por un beso de lengua. Casi nadie usa forro para una chupada de pija, yo tampoco. Mi infectólogo y mi médica de cabecera ya lo saben y me retan cuando les pido que en la rutina de análisis incluyan el VDRL. Y si me tengo que inyectar penicilina, me la banco. Sin embargo, cuando me entero de que alguno de mis amigos sexuales coge a pelo, trato de evitarlo, aunque entre nosotros cojamos con forro. ¿Cuál sería la diferencia, si ya tengo VIH y hepatitis, y si aunque usemos forro el riesgo de las venéreas sigue existiendo? A veces me tiento de tirar la toalla (en este caso, el forro) y pasarme de bando. Pero cuando lo pienso mejor, prefiero mantenerme al margen del bareback, no sé bien por qué; por un lado me parece un comportamiento autodestructivo y por otro me sentiría más expuesto a las venéreas, aunque sea sólo un poco más que si cogiera sin forro. Según Wikipedia, están las fiestas de barebackers seropositivos, las fiestas de seronegativos (¿se harán un test express en la puerta? ¿Y la hepatitis?) y la “ruleta rusa” entre seropositivos y seronegativos; los seronegativos que quieren infectarse se denominan bug chasers, y los seropositivos dispuestos a infectarlos, gift givers.
Volviendo a mi amigo, lo que hace falta es crear conciencia, porque hay casos de seropositivos que ignoran que además del VIH existe el riesgo de la hepatitis o piensan que con la vacuna están protegidos. Y después sí, que cada uno haga lo que se le cante; y los seronegativos que quieren seguir siéndolo, que se cuiden, muchos no saben que son seropositivos y muchos que lo saben, no avisan.
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