Una vez más me escribe mi querido y hermosísimo lector Marcelo: “Disculpa que te joda (por décima vez ya). Estuve siguiendo tus columnas sobre el sexo sin protección y me interesaron mucho. Te conté antes de mi novio, él es portador y yo no. El asunto es que no tenemos sexo oral por miedo al contagio, y penetración tampoco porque no nos gusta, así que el sexo es como un embole a veces. Leí que vos practicás el sexo oral sin protección, ¿es seguro para los dos? Por otro lado nos gustan mucho los besos negros, ¿eso es seguro? El negativizó hace meses ya, el cd4 era de 480 más o menos la última vez, pero hace bastante, el nuevo se lo entregan ahora”.

Lejos de joderme, esta especie de 0800PEREZ que se va armando desde que nació el “Soy positivo”, me gusta. Además a veces siento que me quedo sin tema, así que las preguntas de lectores son siempre bienvenidas. En respuesta a Marcelo, antes que nada, hablar de negativización es un error: lo que un seropositivo consigue al cabo de unos meses de tratamiento es tener la carga viral indetectable, o sea, que los niveles de virus en sangre están por debajo de lo que los reactivos detectan. El riesgo de transmisión de VIH por sexo oral es de por sí bajo y en alguien con carga viral indetectable es prácticamente nulo. La campaña de prevención de la Fundación Stop Sida, www.masmorbomenosriesgo.es (hasta ahora la mejor campaña que vi: tras la breve investigación quedé caliente y tuve que llamar a un amigo del chat para que viniera a apagar el incendio) incluye cuatro videítos X con los actores porno Alex Krum y Vince Barraca: Polvo apasionado, Polvo guarro, Polvo romántico y Polvo Rápido. En este último el sexo oral se practica sin preservativo. En la misma página hay otros videos, donde se insiste en que el riesgo existe sólo si hay eyaculación en la boca y ni se menciona la cuestión del líquido preseminal.

Hace poco conocí a M y B, otra pareja serodiscordante: a M, seronegativo, le parece horrible chuparla con forro, sobre todo con los saborizados, que le recuerdan a las gelatinas que le hacía su madre cuando era chico. Con un aire algo trágico, asume que el riesgo del sexo oral sin protección existe, pero que no es mayor que el de salir a la calle y morir en un accidente de tránsito. En cuanto al beso negro, es de riesgo sólo para la transmisión de venéreas y la hepatitis A (no la B ni la C que se transmiten por la mismas vías que el VIH) contra la cual existe la vacuna, que nunca está de más darse. Según escribe mi querido lector, el sexo en la pareja “a veces termina siendo un embole”. Eso puede ser un problema, sobre todo si es por miedo, no tanto porque el sexo anal no les guste. Podrían innovar con lo que más morbo les de: ataduras, fetiches, juguetes, hay cientos de prácticas posibles. Hace más de un año que recibí el primer mensaje de Marcelo y, por lo que me cuenta, él y su pareja son muy unidos, se quieren y se cuidan. Eso vale mucho más que todo.