Viernes, 3 de mayo de 2013 | Hoy
MÚSICA
Desprejuiciado y talentoso, Filipe Catto es lo mejor de la nueva generación brasileña.
Por Alejandro Zárate
Cuando en una disquería de Río de Janeiro me dijeron que tenía que escucharlo obedecí, y con dos temas pude darme cuenta que eso era una belleza, pero sin prestar mucha atención a quien era esa cantante llamada Catto. Lo compré, lo guardé y ya en Buenos Aires me puse los auriculares en la tranquilidad de mi rincón preferido y comencé a descubrir esa maravilla de disco llamando Fôlego.
Para mi sorpresa, no era una cantante, sino un joven dotado de la voz más interesante que escuche últimamente. Filipe nació en Porto Alegre, tiene una corta carrera que comenzó cuando subió a Internet sus primeras canciones y logró sus primeros seguidores que fueron multiplicándose. Pasaron algunos años, (de niño cantaba en bailes y fiestas junto a su padre), y llegó a presentarse ante tres mil personas. Ahora la prensa lo trata como uno de los mejores artistas del año y varias figuras de la talla de Ana Carolina, lo invitan a sus conciertos solo a cantar a dúo algunos de sus temas.
Además de su calidad vocal, rara, por momentos femenina y sublime, también compone la mayoría de las canciones, que son casi siempre un tanto ambiguas, llenas de romanticismo y una gran carga de pasión y amores no correspondidos.
En este trabajo hay una gran influencia del tango, rock, fado, con mucha sofisticación en cada uno de los temas. Cada pieza parece que encaja a la perfección en este viaje cargado de matices, junto a una banda que suena, a medida que avanza el álbum, cada vez mejor y con exquisitos arreglos.
Filipe Catto juega con una voz de un misterio que paraliza y tiene la presencia que se puede observar en estrellas ya consagradas de la canción brasilera. Y aunque grabó solo dos discos, él tiene una luz y una estrella. Asume como musas a Cassia Eller, Janis Joplin, Maria Bethania y Amy Winehouse y no tiene el menor reparo en poner la palabra justa y hablar de los sentimientos prohibidos, desplegar cuerpo y sensualidad en el escenario con un impecable traje oscuro y zapatillas All Star.
Fôlego, su disco, tiene un poco de todo, pero en su justa medida. El samba está presente en “Roupa Do Corpo”, el fado en “Gardenia Branca”, un tango en español en “Juro por deus”, el blues esta en “Redoma” y hasta un poco de chanson en “Garçon”; entre otras delicias de canciones.
El disco fue editado por el sello Universal y se lo puede espiar en youtube, interpretando temas como “Me mundo” tema memorable de Maisa o “Je ne regrette”, un clásico de Edit Piaff.
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