Viernes, 7 de junio de 2013 | Hoy
Recibe su diagnóstico de VIH y allí mismo descubre sus superpoderes. El personaje creado por el activista británico Kristian Johns supo convertir la inmunodeficiencia en kriptonita, el miedo en potencia sobrehumana, la historia en historieta.
Por Pablo Perez
¿Quién no intentó alguna vez mover un objeto con la mente para comprobar si tenía el poder de la telekinesis, o dar vueltas sobre su eje para transformarse en Mujer Maravilla y correr por la plaza en bombachudo azul con estrellitas blancas, botas rojas, tiara y muñequeras doradas, o hacerse picar por un arácnido radioactivo para poder avanzar de edificio en edificio hamacándose en su propia tela de araña, o meter los dedos en el enchufe para cargarse de electricidad y lanzar rayos con los que combatir el mal? En casos más trágicos, hubo quienes se lanzaron desde un piso alto para volar como Superman. Quien no haya intentado nada de esto es muy probable que haya sido un niño o niña demasiado realista o criadx lejos de las revistas de historietas y de los televisores.
Hay quien se imaginó una vida nueva con superpoderes tras haber sido infectado con VIH; se trata de un joven escritor, tuitero y activista británico llamado Kristian Johns. Su primer cuento “Dying, and Other Superpowers” (“Morir y otros superpoderes”) fue publicado en 2010 en la antología Boys and Girls. “Ciertos elementos de la historia son autobiográficos –dice Johns en un reportaje para la revista Time Out, de Londres–. El momento en que mi personaje Josh recibe su diagnóstico de VIH es el relato pormenorizado sobre cómo me sentí y reaccioné cuando recibí el mío. Crecí leyendo historietas como X-Men y Spider Man. Quería crear a un héroe imperfecto, y me encanta la dicotomía de alguien que tiene poderes sobrehumanos, pero limitados por una condición muy humana. El impacto en el sistema inmune de Josh cuando usa sus habilidades es catastrófico. El VIH actúa como su propia kryptonita incorporada. Es una forma de hablar de VIH en la historia, pero en realidad se trata de sus poderes y de lo que él decide hacer cuando se encuentra ante la opción de salvarse a sí mismo o salvar al mundo.” Poco tiempo después de la publicación del cuento, el director y productor Elías Ribeiro le propuso convertirlo en guión. El resultado es un cortometraje que participó en varios festivales de cine internacionales. (Se lo puede buscar en www.urucumedia.com) En el trailer vemos cómo Josh, tras recibir en un gabinete médico su diagnóstico de VIH, hace explotar una taza de café con sólo mirarla.
En 2011, el website Pink News eligió a Kristian Johns (@guy_interruptd), con 7265 seguidores, entre los tuiteros LGBT más influyentes, ranking que encabezan personajes como Ellen DeGeneres con 11 millones o Stephen Fry con 4 millones. Tanto en su blog como en su catarata de tuits diarios predominan temas como la preocupación por el aspecto físico y sus rutinas de gimnasio, su placer por el predancing en McDonald’s, sus dificultades para elegir ropa y su obsesión por los calzoncillos sin costuras, su empeño en diferenciarse de los gays que se obsesionan con las divas femeninas, y sus problemas con el alcohol. KJ solía ser un bebedor empedernido, podía bajarse solo una botella de whisky y otra de vodka en una noche, hasta que un buen día decidió comenzar una nueva vida como abstemio: “A veces extraño tomar y me conecto a Twitter para leer cómo mierda se sienten ustedes cada domingo. Gracias Twitter”. Todo esto en el marco de su activismo como seropositivo: “No me avergüenzo de lo que soy, ni tengo miedo de ser honesto. Y voy a seguir sosteniendo la cabeza en alto y luchando a favor de los que viven con miedo, para que de una vez por todas podamos poner fin a la estigmatización. Mi nombre es Kristian Johns, soy seropositivo y me niego a esconderme, no tendría por qué hacerlo”.
“La historia de Kristian Johns no es la primera en presentarnos un superhéroe con VIH”, me cuenta mi amigo bloguero Gus Casals (theargiehome.blogspot.com.ar), especialista, entre otros temas, en rastrear la temática Lgttbi en el vasto universo del comic.
La primera mención aparece en Incredible Hulk # 388 (diciembre de 1991), donde se revela que Jim Wilson, un amigo de Hulk que se prepara para tocar en un concierto benéfico en un hospital de pacientes con sida, es seropositivo. En esa entrega, Wilson le cuenta a Hulk que un jefe de la mafia llamado L. A. Lang contrató a unos matones para matar a Jefferson Wolfe, el “compañero de toda la vida” de su hijo, Tyler Lang, también seropositivo. En Incredible Hulk # 420 (agosto de 1994), Jones es atacado por un grupo de personas mientras protestaba porque un tribunal había ordenado que no se le permitiera el acceso a una escuela pública a un niño infectado por el VIH. Hulk rescata a Wilson de la multitud y lo lleva a las instalaciones médicas de alta tecnología en el Cuartel General Secreto del Panteón, un grupo de superhéroes del que Hulk era miembro en ese momento. Además de las costillas rotas durante el ataque de la turba, Wilson sufre de neumonía por Pneumocystis carinii y no tiene mucho tiempo de vida. Recordando la transfusión de sangre que Hulk le dio a su prima, Jennifer Walters (que la convirtió en She-Hulk), Wilson le pide a Bruce Banner que le dé a él también una transfusión de su sangre, con la esperanza de que ésta actúe como una cura para el virus. Banner se niega a asumir el riesgo de crear otro monstruo y Wilson muere.
El creador del X-Men Norsthar, John Byrne, había previsto que su personaje fuera gay, pero tuvo que limitarse a dar algunas pistas implícitas, como su desinterés por las mujeres, debido a que el editor de Marvel, Jim Shooter, y la autoridad del Código de Comics estaban en contra de presentar personajes abiertamente homosexuales. El escritor Bill Mantlo intentó más adelante revelar que Northstar tenía sida, pero también fue censurado. En Alpha Flight #106 (1992), el escritor Scott Lobdell tuvo al fin permiso para que Northstar pudiera anunciar abiertamente: “Soy gay”.
Mia Dearden aparece por primera vez en mayo de 2001 como Speedy, ayudante de Flecha Verde (Green Arrow Vol. 3 #2). No tiene superpoderes, pero se destaca en el tiro con arco, además de ser una excelente luchadora y hábil espadachina. Es seropositiva y, como tal, se ve obligada a tomar medicamentos antirretrovirales con todos los efectos secundarios que conllevan. Debido a su condición, también debe tener mucho cuidado con las heridas en el combate. l
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