Viernes, 16 de mayo de 2014 | Hoy
Muchas veces invisible y cotidiana, afincada en el famoso sentido común, la homofobia se nutre del miedo a que se borren las fronteras entre lo normal y lo anormal y que se resquebraje la jerarquía del orden heterosexual.
1. Te obliga a actuar todo el tiempo como “macho” si es que te han dicho que eres un hombre, y como “femenina”, si mujer. Ser hombre significa en parte despreciar lo que es “cosa de mujeres” y detestar a los homosexuales. El hombre es una especie de artefacto y, como tal, corre el riesgo de sufrir desperfectos: el más peligroso es la producción de una marica. Esto limita y mucho tus posibilidades de expresión, ocupación, confort, estilo, gracia, etcétera.
2. Te impone actuar con desprecio y hasta con violencia ante muchas personas (mucho más que el 10 por ciento de la población).
3. Te aleja de tus seres queridos. Parece controlable, pero llega un momento en que puede alejarte de tus propios hijos, hermanos, compañeros de trabajo, ¡la familia que tanto intentamos preservar! También puede hacer que te sientas obligado a herirte a vos mismo.
4. Te hace bastante difícil ser amigo íntimo de alguien del mismo sexo.
5. Impone iniciarse sexualmente rápido a los varones para demostrar su hombría. Puede derivar en embarazos prematuros, no deseados, en riesgos de enfermedades de transmisión sexual.
6. Impide que se transmita información vital sobre sexo y sexualidad en las escuelas, sin la cual los adolescentes son librados a un alto riesgo de ser ellos también homofóbicos, contraer HIV y otras ETS, entre otras cosas que no queremos para ellos.
7. Puede hacerte herir a una persona hétero que parezca homosexual.
8. Hace muy difícil la amistad entre gente hétero con gente no hétero.
9. Tanto como el racismo y el sexismo, aumenta los riesgos de contraer HIV y otras ETS, entre otras cosas que no queremos.
10. Tiene un nefasto impacto en la economía. Según el activista y economista M. V. Lee Badgett, la homofobia le cuesta a India unos 30 billones al año gastados en prisión, persecución policial, desempleo obligatorio, presión por contraer matrimonio, etcétera.l
Adaptación muy libre de Homophobia: How We All Pay the Price, editada por Warren J. Blumenfeld (Beacon Press). 1992.
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