Viernes, 12 de diciembre de 2014 | Hoy
Publica libros de poesía con los heterónimos Natsuki Miyoshi y
Karen Smith. Como Cuqui ha publicado varios libros experiencia como Lavados vaginales, Singlista, Actriz de reparto, Fruta fermentada. Referente de la cultura provocativa de Córdoba, además es tarotista y mística. Hizo algunas predicciones desviadas a pedido de SOY.
Por Facundo R. Soto
–Sí, es una novela de terror sobre mi edificio, donde los vecinos cogen todxs con todxs (en el libro). Cuando escribo tengo que hacerlo rápido, porque hay momentos en que no aguanto y tengo que salir a masturbarme. Y ahora descubrí una técnica para acabar rápido, que es intensa, así sigo escribiendo...
–Cuando presenté Masturbación, en Belleza y Felicidad, hace más de diez años, me fui al sótano. Ahí me tiré sobre unos almohadones y la gente que bajaba me veía con una peluca negra, un vestido largo y blanco, levantado, metiéndome los dedos, en alusión al libro que presentaba, ¿no? Lo interesante es cuando me pedían que firmara, yo firmaba con el dedo. Lavados vaginales, que es sobre el lesbianismo, lo presenté en el Festival de Poesía de Rosario, allá por el 2004. Tenía 23 años y en esa época quería ser lesbiana, pero eso no se elige... Fantaseaba una vida sin hombres. Si yo pudiera elegir, ahora sería varón y gay. Yo me compro revistas porno gay, en las expo erótica.
–Y, porque me había gustado eso de ir anotando los mensajes... A un solo hombre le cobré, a los demás no. Ese libro se editó y lo que salió fue Kiki 2, por Editorial Nudista; quedaron 280 páginas. Surgió... Yo iba a la ciudad universitaria y daba papelitos buscando chicos.
–Para coger, ¿para qué va a ser..? Buscaba chicos con distintos perfiles, que fueran estudiantes pero algunos que fueran tímidos, otros de 18 a 23. Los papeles tenían distintas formas. Después buscaba chicos que tuvieran casa en Mar del Plata. Buscaba que fueran de tal altura, de tal carrera, todos diferentes. Hice más de 600 papelitos.
– Yo siempre supe que estaba escribiendo un libro. Era una fantasía, además de un tema de investigación, porque quería saber cómo trataban a las chicas. Yo pude ver el maltrato. Tiene muchos niveles, nadie lo dice. Lo que se dice es poco, es menos.
–Ok.
“No podés ser tan hdp. Hermana, estoy acá con un amigo cagándome de risa 160 kilos, una busarda que te cuelga, un culo caído hasta las rodillas... No podés ser tan cara de piedra...” Otro: “¿No tenés espejo? Encima con pretensiones, que tenga 30 años, qué culeada... y buena posición económica (encima escribís con K, patética). La verdad no pensaba reírme tanto”. “Gorda fulera. Te fuiste al carajo.” “¿Vos sos la gorda que baja las escaleras con tutú blanco?” “Gordas como vos hay en todos lados, aun dentro de mi familia.” “Bagallo.”
–Me doy cuenta que soy fea, y que yo soy la que va a buscarlos. En mi vida un solo chico se me acercó. Soy cazadora...
–Justamente hoy estaba pensando en eso. Si te vendan los ojos y hay alguien que te la chupara, sea hombre o mujer, vos no te darías cuenta. El impulso sexual es neutro.
–Yo ya lo he visto en las Progresiones, en mi libro de las vidas futuras. Incluso yo ya vi un consolador para las vidas futuras. En mi libro Desierto dividido en centímetros por piedras (editado por La Sofía Cartonera y reeditado en e.book por Blatt & Ríos en el 2013) describo a un aparatito que es muy chiquitito, que se puede poner en un bolsillo, pero al apretarle el botón crece como una persona y te mete penetra. No es inflable, es como una persona que te coge. Después, cuando volvés a apretar el botón lo podés guardar de vuelta en el bolsillo. Es hermoso. Yo me lo compraría... Además te evitás cualquier problema emocional...
–(Baja la cabeza, se masajea la sien y trata de visualizar el futuro.) Están teniendo muchos hijos... En la última marcha vi que los están dominando mucho; se están heterosexualizando... Yo antes iba a las marchas del Orgullo y me compraba plumas, iba bailando por la calle. Ahora se llama La marcha de la diversidad. En la última había tanta gente que no se alcanzaba a oír la música. Ahora mis amigos están teniendo hijos. Todo bien con los niños porque me encanta tener a upa a los bebés, pero a lo que voy es que hay algo que..., ya no hay secretos. Mis amigos gays que se acuestan con hombres héteros o bisexuales, las mujeres no lo saben. Yo leo el otro lado. Mis amantes me dicen lo que ellos no les cuentan a ellas. Todos los varones son gays. Todos. Se gustan entre ellos... aunque algunos no lo digan.
–Sí, va a seguir existiendo. No creo que pase eso de las no identidades y que todxs estén con todxs. Va a seguir existiendo y te digo por qué, porque las chicas van a seguir buscando al padre, los chicos a la madre, y también se van a seguir confundiendo acerca de quién es la madre y quién es el padre... Va a seguir habiendo secreto, porque hay lenguaje, porque también existe la vida emocional. No existe la transparencia total, para no herir a alguien o por lo que sea. Mientras haya seres emocionales va a seguir existiendo la mentira y lo oculto.
–El dinero. Si fuera lo sexual un problema, no habría problema. Mirá, yo estuve viendo eso, y si fuese así sería deseo, puro. La energía sexual pura es como la energía creativa, es la misma, no tiene sexo. Yo tuve sexo con gente, con un colectivero que no sabía cómo se llamaba y que no vi más. Después con otro de la Ciudad Universitaria, divino, chau, chau, y no lo vi más. Las cosas cortitas, sexuales, donde no hay nada afectivo, no traen problema. Cuando se empiezan a mezclar las cosas aparecen los problemas.
–Varones gays en su mayoría, y mujeres.
–Y, siempre la pregunta es por el amor. Todos buscamos que nos pongan Me gusta, que nos quieran, que nos admiren. Esa cosa de la fama. Somos muy vulnerables en ese punto. Somos la única especie que tiene un tema tan pronunciado con la estima, con la fama, con el ego... Con cualquier cosa...
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