Viernes, 12 de febrero de 2016 | Hoy
RED DE REDES
YouNow, una aplicación que transmite videos en vivo, está enfocada a la sociabilidad millennial. La salida del closet de sus usuarios se funde sin más en un rosario de pequeñas dosis de vida nada íntima.
Por Franco Torchia
Ante la aparición de la nueva red social YouNow, “la chica de marketing” o “el experto en marcas” podrían decir: ahora se puede ser puto y millennial, tener alcance en todo latam (Latinoamérica) y seducir a los jóvenes diversxs con una plataforma de transmisión de videos a la altura de sus closets. ¿Por qué? Porque YouNow parece ser el flamante altar al que cada vez más va a parar la joven guardia homo-sensual: una red social de live streaming (emisión de video en vivo vía internet) que ya es experta en construir una farándula a base de megabytes y en cuyo seno la categoría #LGBT con la que millones de usuarios etiquetan sus fragmentos, está a menudo en el top 5 de las palabras clave de la página. A diferencia del resto de los sitios que empiezan con You (YouTube, YouPorn, YouFirstSports y más) las 150 mil transmisiones en vivo por día y las 100 millones de visitas al mes que recibe YouNow (desde computadoras o teléfonos celulares del mundo entero) vienen con premio: lxs younowers –gentilicio de quienes habitan la página, en su mayoría jóvenes de entre 18 y 24 años– reciben dinero a cambio de clicks. YouKnow tiene moneda propia, que llegado el caso se cobra en dólares: a mayor cantidad de estrategias para seducir internautas, producir material atractivo y sumar simpatizantes, más plata. Ejemplo: en un año, un muchacho –verdadero usuario ideal– se esmeró tanto en su creatividad audiovisual que se terminó llevando 50 mil dólares. Sabelo. La diversidad sexual ocupa un lugar central en YouNow, que logró inscribirse en la genealogía de los que abandonan el armario y saltan a decir quiénes son y a quiénes desean publicando un video en la web. En esa línea, y antes que todxs, desde Inglaterra y con 19 años, el saltador olímpico Tom Daley clausuró especulaciones sobre su orientación sexual en diciembre de 2013 y confesó sentirse feliz tras haber conocido a un chico: eso pasó en YouTube, y a los pocos días, el mundo sabía ya de su intríngulis con Dustin Lance Black, veinte años mayor y responsable del guión del prosopopéyico filme “Mi nombre es Harvey Milk”. La confesión de Daley suma ya 12 millones de reproducciones. Por su parte, en YouNow, el chileno Camilo Elzo Ibarra hace un recorrido análogo al del deportista. En sus transmisiones, Camilo dice mucho “Holis” y resulta irritante. También usa otros modismos curiosos, como su clásico “Ya people”, invocación favorita al soberano público. Pero al margen de su estilo, él también salió del clóset gracias a internet. Sus videos desbordan vida cotidiana: entra y sale la madre con las bolsas del supermercado, hay llanto de niño de fondo y él chapa con su novio (que en rigor está pendiente del teléfono); después, agradece los 50 likes que le dio una tal Cata y se queja del pinochetismo explícito de su nuevo corte de pelo. Mientras tanto, chatea. Para un usuario no registrado, ver esos videos sin poder leer el chat (para poder chatear y leer chats hay que estar “adentro”) produce un vacío insondable: es la muerte del contenido. Reina la inacción y los tópicos brillan por su ausencia. En ese contexto, Camilo es su mero estar. Todo lo que es él, es él ahora. Y eso es todo lo que pasa los lunes, miércoles, jueves y sábados en los que “sale al aire” en YouNow con un peluche de Minion detrás. Mucho de lo que asoma es adolescencia como catálogo de estados anímicos –“me estoy estresando y no me van a querer ver estresado” dice Camilo–. Desde Nueva York, Bruno Flores hace algo parecido: en la remera con la que transmite se lee “Happiness” y a la autodefinición de “gay” que presenta su biografía le sigue la pregunta retórica “Any question?”. Bruno también tiene Instagram y Snapchat, lógico. Y también transmite desde su cuarto, es decir, desde el otro clóset. YouNow aglutina, además, a la nueva estirpe del “puto-con-I-phone”: ya no el gay con status socioeconómico suficientemente alto como para pararse frente al espejo y tomarse selfies en slip con bulto y actitud beboteo marica. Acá, I-phone es por el contrario sinónimo de herramienta técnicamente eficaz: el fierro necesario para filmarse todo el día. Cuando Ricky Martin publicó “Hoy acepto mi homosexualidad” en marzo de 2010 en su cuenta de Twitter, nació el desenclosetamiento digital escrito. Hoy, esa declaración puede resultar archivo arqueológico: todo hace suponer que el cantante ahora lo haría en video. Aunque Ricky ya tenía 38 y la gramática de YouNow es el summun del “entre nosotrxs nos entendemos” de la edad del pavo. Tan pavos que tienen “fans”: ni el amigx facebookerx, ni el follower twitteril e instagramero: acá se es “fan”. Si te siguen y te eligen, en YounNow tenés “fans”. Hay también otras señas de identidad, que nunca cambian: “Estoy escuchando la nueva canción de Kylie” lanza Camilo, como lo hubiera contado un gay del 95. Por lo demás, el reglamento del sitio es estricto: los menores de 13 tienen prohibido el acceso, quedan excluidas las escenas de desnudez y de sexo y no es posible compartir información personal. De esta manera, con interactividad permanente y chat furioso, el presente de “Now” es el pasado de “Tube”. En el medio, el auge y caída de Periscope, que venía a salvar el mundo y por esos vaivenes de la tecnología, sucumbió. Sí sorprende en YouNow la escasez de tortas y adolescentes trans. Después de algunas búsquedas en español, aparece una tal Sofía Melián, lesbiana, nacida en el 96 y según dice su bio, “enamorada”. Igual, todavía no tiene transmisiones.
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