Hasta ahora, la representación del deseo osuno en la cultura masiva apenas tuvo lugar. Estos son algunos de sus pocos momentos de gloria y de infortunio.

• En 2000, la cadena Fox puso en el aire una sitcom llamada Normal, Ohio protagonizada por el gordo John Goodman, en el rol de un padre gay. La serie no llegó a culminar su primera temporada, se canceló cuando se emitieron sólo siete de los trece capítulos filmados. Una versión de la cancelación es que mucha gente no toleraba a Goodman, característico actor viril, haciendo de gay: un caso de osofobia.

• Cachorro (2004) es una película centrada en la comunidad osuna del barrio Chueca de Madrid. El director Miguel Albaladejo pudo retratar en esta película no sólo la particular forma de vida sexual y afectiva del mundo de los osos, con imágenes bien explícitas y nada pudorosas, sino que también abordó los temas del sida, la homoparentalidad y las drogas a partir de una historia simple y emotiva.

• El director John Waters incluyó en su última película hasta la fecha, Adictos al sexo (2004), un triángulo amoroso osuno, como un pequeño relato dentro de una historia poblada de personajes sexualmente libertinos. Waters siempre tuvo una tendencia a reivindicar la gordura dentro de su cine anarcosexual, al usar la figura del obeso actor Divine como eje central de sus primeras películas, y al crear Hairspray, un musical que celebra al cuerpo obeso.