Texto Alejandra Brandan (50) madre de Diego (20)

Diego tenía de chiquito algunos problemas que las maestras llamaban “de conducta”: contradicciones, el tema de los baños, cosas que no quería hacer. Cosas que en ese momento yo veía y a la vez no veía. Siempre lo elegían mejor compañero, tanto en el primario como en el secundario. Yo valoraba mucho eso, nunca pretendí que fuera “un bocho” como la hermana, que sí lo era. Todos los hijos son diferentes. Mi forma de ser mamá, con mis tres hijos, siempre fue amar y dejar de lado las boludeces. “No pasa nada si no te querés poner esta ropa.” Y un día aparece Alejandro Iglesias en Gran Hermano. Todos nos enganchamos y seguimos la historia. Un día le digo a Diego, que tenía 16: “Uy, che, afeitate esas piernas”. El se pone a llorar. Me dice: “Mamá, quiero que vos me escuches”. Y me cuenta que él no siente ser mujer. Yo le digo: “Perdón, ¡cómo nunca me di cuenta!”. Y él dice: “No te preocupes, yo tampoco me había dado cuenta”. Ahí empezamos a buscar en Internet y llegamos a Attta. El siempre había sido muy introvertido. Hasta que empezó la transición. Ahí se produjo un cambio total. Desde que abrió esa puerta fue la persona más feliz que conozco. Terminó el secundario, empezó a trabajar en la Municipalidad de Avellaneda. Creció, cambió, triunfó. Me llena de orgullo. Todos lo acompañamos con la mastectomía, juntamos la plata entre todos. El ahora tiene 20, de esto hace ya 4 años. La gente no entiende que la vida es una sola. Siempre le he dicho: “Sos el dueño de tu sexualidad y de tu vida”. Me encanta que milite, ayude, se desarrolle, contenga a sus pares. Yo he ido a un montón de marchas con ellos para que salga la ley. Si volviera el tiempo atrás y pudiera elegir, elegiría a mis tres hijos tal cual son. Me encanta de Diego que se enfrente a todo. Me encanta que defienda lo que él quiere, poder elegir desde joven es muy importante en la vida. En eso me hace acordar a mí, yo también hice todo lo que quise. Y al que no le guste que no mire.