Sin dudas Kim Ki-duk es mi favorito. En Hawaii siento que le hice un homenaje casi imposible de notar: hay un momento pequeño donde juego con el realismo mágico con el que lo asoció. Me encanta la libertad que tiene en la cabeza. Hace películas muy diferentes pero todas con un toque personal.

De Argentina me encanta Lucrecia Martel, obviamente. También Retjman y Ana Katz. Me gusta mucho el cine oriental en general, y algo de Europa por su forma pero no tanto por la lógica de lo que van filmando. Matteo Garrone, por ejemplo, me parece extraordinario. En cuanto a películas, mi favorita es El jardín de cemento de Andrew Birkin que ganó como mejor opera prima en Berlín y cuyo director después no tuvo una carrera memorable. Obviamente Almodóvar, aunque no todo. La piel que habito me pareció una de las obras maestras de su carrera. No entiendo cómo no ganó la Palma de Oro. Me pareció una injusticia total de parte de Cannes, primero por el nombre que él tiene, y luego por lo que significa que un artista así haga tremenda joya.