El sol y las tierras de La Rioja hacen de la provincia, que tiene una tradición secular en el cultivo de la vid –iniciado por los dominicos y jesuitas a fines del siglo XVI–, una productora de excelentes vinos. A los pies del macizo de Famatina, en el Valle de Antinaco, la combinación de la baja humedad ambiente con una buena altura, pocas lluvias y gran amplitud térmica dan frutos de alta calidad, convertidos luego en vinos que se aprecian a nivel internacional. En La Rioja se cultivan Cabernet Sauvignon, Merlot, Chenin, Chardonnay y otras cepas, pero las emblemáticas son el Torrontés riojano –un varietal de uva blanca surgido de una mutación genética espontánea– y los tintos elaborados a partir de la uva Bonarda.

Para conocer y probar estas variedades, La Rioja tiene su propia Ruta del Vino, con el corazón en la zona de Chilecito, donde se encuentran tanto bodegas industrializadas con la más moderna tecnología como centros de producción artesanal. Durante un recorrido por el departamento de Famatina, pasando por localidades como Malligasta, Anguingán, Nonogasta y Chañarmuyo, se pueden visitar las principales bodegas, que reciben a los turistas para mostrar y explicar el proceso de elaboración del vino. Algunas de ellas son La Riojana Cooperativa Vitivinícola, todo un emblema en La Rioja, fundada en el valle situado entre el Nevado de Famatina y el Macizo del Velasco; San Huberto, con sede en Anillaco; Nacari, La Rioja SACI y El Aguila, en Nonogasta; y Anguinán en la localidad homónima. Muchas de ellas elaboran vinos protegidos por la Denominación de Origen Controlada (DOC), una certificación que avala su calidad y las características únicas de su procedencia geográfica. Además, el turista que recorra las rutas de los valles riojanos no dejará de ver, por doquier, la oferta casera de vino patero, una tradición que se conserva con todo el sabor de la elaboración regional y doméstica, y que sin duda vale la pena probar para conocer otra faz de la producción vitivinícola local.

Además de la producción propiamente dicha, el vino da pie a otros emprendimientos, como la Bodega de Chañarmuyo, donde la bodega y viñedos San Gabriel se unen a una posada temática consagrada al vino. Construida en rojo y ocre, para fundirse con el paisaje que la rodea, la posada de diez habitaciones se inspira en las tradicionales culturas indígenas andinas, y propone recorridos de distinta duración para conocer las bodegas y realizar degustaciones, no sólo de vino sino también de las comidas típicas –como el cabrito– realizadas en hornos de barro.

Informes: Casa de la Provincia de La Rioja en Buenos Aires: Callao 745, tel.: 4813-3417/19.
Agencia Provincial de Turismo de La Rioja: Pelagio B. Luna 345. Tel.: (03822) 426345/84. www.larioja.gov.ar/turismo