Domingo, 11 de agosto de 2013 | Hoy
CóRDOBA. LA RUTA DE SAN MARTíN
En julio de 1816, en una olvidada esquina del centro cordobés, San Martín y Pueyrredón acordaron poner en marcha el cruce de los Andes. Hoy, una serie de monumentos, placas y estancias recuerdan la visita del correntino en 1814 y 1816: el mes del Libertador es buena ocasión para conmemorar su paso por tierras cordobesas.
Por Cristian Walter Celis
Fotos de Cristian Walter Celis
“Córdoba, 16 de julio de 1816. Mi amigo apreciable: el 9 llegamos a ésta en compañía de Cruz Vargas y Vera; nuestro viaje bien penoso por los fríos excesivos. Es increíble lo mortificado que estoy con la demora del director (Juan Martín de Pueyrredón): la primavera se aproxima y no alcanza el tiempo para lo que hay que hacer.”
A través de esta carta, José de San Martín le anticipó a su amigo Tomás Godoy Cruz su encuentro con Juan Martín de Pueyrredón en la Docta para planificar la liberación de Chile y Perú. El correntino llegó a Córdoba el mismo día en que el Congreso de Tucumán declaró la Independencia. Finalmente, entre el 20 y el 22 de julio de 1816 el encuentro se produjo en una casona de la actual esquina de 25 de Mayo y Alvear.
Los historiadores afirman que allí Pueyrredón le dio su apoyo a San Martín para poner en marcha el cruce de los Andes. Semejante hecho histórico hoy sólo se ve reflejado en una placa colocada por la Municipalidad en 1968. Donde estaba la casa, ahora hay un gran edificio, y en la planta baja funciona desde hace tres décadas el bar WillyBar. Salvo por los turistas que se paran a sacar fotos durante las visitas guiadas, la mayoría de la gente va y viene por la peatonal sin darle importancia. “La casa se encontraba en la calle 25 de Mayo 193, casi esquina Alvear. Fue demolida en 1957 tras un dictamen de la Comisión Nacional de Museos y Monumentos y Lugares Históricos, por el cual la única prueba referida a que ése había sido el sitio del encuentro era la tradición oral”, describe Ariel Bustos, licenciado y guía de turismo. Según el historiador Efraín Bischoff, la construcción fue levantada a fines del siglo XVII. Era una casa edificada de altos y azotea a la calle, a una cuadra de la Iglesia de la Merced y con dos frentes al sur.
GESTA MONUMENTAL El otro testimonio de esa reunión se ubica en el corazón de la Docta, la plaza San Martín. Al pie del monumento al Libertador, en su parte frontal, aparece una placa semicircular de bronce con las figuras de Pueyrredón y San Martín en altorrelieve. En ella, el general correntino está de pie y con la mano izquierda sobre el pecho, explicándole a Pueyrredón su plan para liberar a Chile y Perú. Pueyrredón, sentado en una silla, escucha atento. Ambos estrechan sus manos, reflejando el acuerdo.
La actual plaza San Martín surgió en 1577 como Plaza Mayor. En 1916 se levantó el monumento y la plaza adoptó oficialmente su nombre. El pedestal de 10 metros de alto está realizado en granito gris cordobés. En el remate, San Martín a caballo señala hacia los Andes, mientras las palomas se apoyan en su brazo extendido. Cóndores, granaderos, congresales y otras figuras alegóricas surgen de varios altorrelieves de bronce.
La plaza sigue siendo un lugar emblemático para cordobeses y turistas que compran artesanías en los alrededores. Atrás del monumento, sobre la calle Rivadavia, un pino piñonero crece inclinado, dirigiéndose curiosamente hacia el pedestal. Es un retoño del pino histórico del convento San Carlos Borromeo de San Lorenzo. “El retoño fue plantado en 1956. La placa fue colocada en febrero de 2013 con motivo de conmemorarse el bicentenario del bautismo de fuego del Cuerpo de Granaderos a Caballo en el combate de San Lorenzo. Detrás hay una roca tallada con el escudo nacional”, explica Ariel Bustos.
POSTAS DE LA HISTORIA Más allá de su capital, Córdoba tiene otros lugares vinculados con el paso de San Martín. El Camino Real, en el norte provincial, es uno de ellos. Allí se encuentra la Estancia San Pedro Viejo (siglo XVII), que hoy funciona como hotel de campo. El lugar, 180 kilómetros al norte de la Docta, recrea el siglo XIX con sus siete habitaciones, construcciones de adobe y piedra y muebles coloniales. Afuera, las palmas caranday aportan belleza al paisaje, al igual que la capilla más antigua de esta provincia, que data del siglo XVII y está emplazada junto a la posta donde durmió José de San Martín. Una de las habitaciones del hotel de campo lleva su nombre.
Las huellas del Libertador se extienden por otros puntos cardinales. Dos años antes del encuentro entre San Martín y Pueyrredón, el correntino visitó la provincia por motivos de salud. El clima seco de Córdoba era recomendado para personas con problemas respiratorios. Así fue que en 1814 el general se instaló desde junio hasta agosto en la estancia de Pérez Bulnes ubicada en Saldán, a 22 kilómetros de Córdoba.
Algunos afirman que durante esa estadía las charlas entre San Martín y los muleros cordobeses que vendían animales en Chile despertaron en el general el interés por cruzar la cordillera, tal como lo hacían esos vendedores. Otros sostienen que la idea surgió debajo de un nogal, cerca del arroyo, que aún se observa. Lo cierto es que, dos años más tarde, San Martín volvió a Córdoba para acordar ese plan con Pueyrredón.
Actualmente, no existen visitas guiadas para recorrer esos sitios porque son lugares privados. En el caso del nogal, semanas atrás la Municipalidad de Villa Allende expropió la parcela donde están los restos del árbol en muy mal estado. Por ahora, los turistas sólo se acercan a conocerlo desde la calle San Martín de Saldán, frente al arroyo.
En tanto, la casa donde descansó el correntino en 1814 fue comprada por Jorge Arrambide Pizarro. La vivienda, construida hace más de 350 años por Luis de Tejeda y Guzmán, aún conserva su estilo arquitectónico original. En ella se ven las tejas musleras y los anchos muros de canto rodado y adobe. Con los años, la casona fue dividida en tres partes. El doctor Arrambide Pizarro adquirió el sector de la residencia en 1972. Cuenta que, cuando la compró, estaba casi en estado de demolición. Si bien no existen elementos relacionados con la estadía de San Martín en Saldán, el propietario conserva la imagen de la Virgen del Carmen que estaba en la capilla.
EL DESCANSO En el sur provincial aparece otro recuerdo. Durante sus viajes a Cuyo, San Martín solía pasar las noches en la Posta de Los Nogales, que hoy pertenece a la jurisdicción de Achiras, una localidad a 70 kilómetros de Río Cuarto y 272 de Córdoba.
Actualmente, la estancia pertenece a la familia Gigena y se encuentra abierta al público. Beatriz Gigena, una de las herederas, cuenta que de la posta original sólo se conserva una pared de adobe. Además, la familia posee copia de un documento con la firma de San Martín por la compra de cuatro caballos de tiro y ocho de silla en esa posta, a principios de septiembre de 1814. El original está en el Archivo Histórico de la Nación. “Somos la sexta generación de los Gigena –cuenta orgullosa Beatriz–. Don José Tomás Gigena, el tatarabuelo de mi papá, fue maestro de posta, nombrado por el Cabildo de la Concepción de Río Cuarto. El construyó el lugar donde solía descansar San Martín.” Hoy, los turistas que llegan para pasar el día visitan los restos de la posta y un pequeño museo que armó la familia con elementos de campo y de los aborígenes de la zona. Durante los meses cálidos es posible alojarse en el camping y hacer cabalgatas por las sierras.
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