Una de las novedades arquitectónicas y culturales de la ciudad es el Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (Macro) –inaugurado en 2004–, que según el consenso de los expertos alberga la colección de arte moderno más completa del país. El edificio en sí ya es un atractivo: el Macro se instaló en unos silos que habían quedado abandonados en el puerto –los Silos Davis–, ahora reciclados y pintados de vivos colores, que parecen una caja de lápices de colores gigantes. Cuenta con diez pisos de salas de exposiciones que son en verdad un anexo del Museo Municipal Juan B. Castagnino, formado por la colección privada del famoso pintor, que incluye obras de Goya, Soldi, Spilimbergo, Quinquela Martín, y una serie de trabajos de artistas enrolados en el Instituto Di Tella y en la denominada vanguardia rosarina de los ’60. Uno de los “tesoros” del Macro son los cinco grabados de Antonio Berni de la serie Juanito Laguna, premiados en la Bienal de Venecia en 1962.