Uno de los “secretos” mejor guardados de la quebrada es la comunidad kolla de Hornaditas, un poblado situado a 15 kilómetros de la ciudad de Humahuaca. Allí se visita un extraño bosque de cardones donde la “estrella” es un cardón de diez metros de altura y dos siglos de vida. Lo más extraño de este gigante es su profusión de brazos entremezclados como los tentáculos de un pulpo. Es el cardón más grande y antiguo de la Quebrada de Humahuaca y fue bastante más alto, pero con la edad se está empequeñeciendo. Cuando son jóvenes, crecen como una columna solitaria, pero con los años se van ramificando en forma de candelabro. Por lo general crecen en las serranías de mediana altura y cuando se secan dan una madera liviana y resistente que se utiliza en los techos de las casas. Sus espinas miden 8 centímetros de largo y sus flores son grandes y vistosas, aunque se abren sólo de noche y viven no más de dos días.

Alrededor de los cardones hay unas pocas casas desperdigadas donde viven las 82 familias kollas de la comunidad de Hornaditas, la mayoría de las cuales se dedicaban a la agricultura y la ganadería.

La excursión a Hornaditas se puede hacer en auto o en remís desde la ciudad de Humahuaca, por la Ruta Nacional 9 (asfaltada). Para muchos, lo más interesante es alojarse en las casas de familias de la comunidad, preparadas para recibir turistas. Una experiencia para conocer las delicias y la dureza de la vida de campo, donde se duerme en camas sobre piso de tierra, sin luz, ni televisión ni microondas. Y sin computadoras... que aquí nadie parece extrañar.