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La excursión a través de La Payunia al cráter del volcán Payún Matrú se puede realizar desde la ciudad de Malargüe mediante una extenuante excursión que dura no menos de 14 horas. Por esta razón lo ideal es hacer base en el puesto La Agüita, sede del emprendimiento turístico Kiñe Turismo Rural Ecológico, en el nordeste de La Payunia. También hay que tener en cuenta que La Payunia mide 450.000 hectáreas, y para abarcar al menos una parte significativa de su diversidad se necesitan varios días.
El puesto de La Agüita –ubicado sobre la Ruta Provincial 186– es una especie de oasis verde en medio de la aridez de los volcanes. Allí habita solamente la familia Sagal, fieles representantes de los puesteros rurales del sur de Mendoza, cuyo mayor don es la hospitalidad.
Desde el año pasado, el puesto rural fue reacondicionado con habitaciones y baños completos para recibir turistas de manera confortable. Pero al margen de las comodidades, lo que más valoran los visitantes es la calurosa compañía de los Sagal y su pausado ritmo de vida. En vez de adaptar la gastronomía al gusto tradicional del visitante, los anfitriones mantienen los sabores de su comida diaria, cocinada en horno de barro: empanadas, chivito, carne a la masa y pan casero.
Por lo general los huéspedes se quedan tres o cuatro días en las instalaciones de Kiñe. La excursión principal es una cabalgata por el sector nordeste de la reserva para observar la vida salvaje en el valle del volcán El Zaino. Los guanacos proliferan por doquier, correteando por las suaves ondulaciones del terreno. Y entre las especies factibles de ver se cuentan el choique petiso –un ñandú de 1,10 metros de alzada–, el zorro gris, el cóndor, el águila mora y varias clases de lagartijas que seescabullen a nuestros pies casi a cada paso. La cabalgata incluye un impagable chivito asado y, a la hora de la merienda, el mate y las sopaipillas (tortas fritas).
Durante su estadía, los visitantes pueden realizar el circuito de los volcanes en una camioneta 4x4 y algún treeking hasta un volcán. Otras excursiones que ofrecen paisajes y alternativas distintas son las que recorren los volcanes Carapachi y Las Ciénagas, y por último está también la visita a la Reserva Laguna de Llancanelo, donde habitan cisnes y flamencos y más de 220 especies de otras aves.