Vicuñas y flamencos
La Reserva de Vicuñas Laguna Brava se creó en 1980 para resguardar las comunidades de vicuñas y guanacos que, como resultado de la caza furtiva en el lugar, estaban al borde de la extinción. La reserva mide 5 mil hectáreas y comparte el nombre con la mayor de las lagunas de la zona, que mide 17 kilómetros de largo por 4 de ancho. Entre la fauna autóctona se divisa cada tanto una pareja de pisalas, especie de gansos salvajes que siempre andan de a dos. Los flamencos nunca estuvieron en extinción, pero su elegante belleza es uno de los principales atractivos de Laguna Brava. Permanecen en la reserva durante el verano, y en un día de suerte se pueden llegar a ver centenares de ejemplares.