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Desde el punto de vista de las llamadas provincias fitogeográficas, este parque nacional es una interesante combinación del Chaco semiárido y el monte. Del primero, el parque alberga una serie de especies vegetales adaptadas a vivir en condiciones de extrema escasez de agua. Una de esas especies es un pequeño árbol llamado chica, que crece muy lentamente al borde de los farallones y desarrolla una madera muy dura y de forma extrañamente retorcida. Pero los ejemplos típicos del Chaco son el algarrobo, el quebracho blanco y el espinillo. La vegetación es por sobre todo arbustiva, un rasgo del monte estepario. Además se desarrollan algunas cactáceas como las tubas, los cardoncillos y los puquis.
Si bien hay muchas especies, la fauna del parque pasa inadvertida para la mayoría de los visitantes. Lo más común es divisar una pareja de cóndores volando en paralelo hasta perderse detrás de un murallón. Los guanacos también son factibles de verse en un día de suerte, así como los zorros colorado y gris. Pero el rey de estos desiertos es el puma de terso pelaje gris, que para tranquilidad de todos es imposible de divisar.