La cueva de champan
Unos 15 kilómetros al oeste de la ciudad de San Juan –en la Quebrada de El Zonda y por fuera del circuito de los vinos– existe una fábrica de champán instalada en un largo túnel excavado en la roca de la montaña. Según cuentan, el túnel fue cavado en 1928 con dinamita y por 2500 hombres al mando de un ingeniero civil que años más tarde dirigiría también una guerra y un país: el mariscal Tito de Yugoslavia.
La cueva fue planificada con una finalidad turística que nunca se concretó y quedó abandonada. Pero mucho tiempo después –en 1998–, allí se instaló la bodega Cavas de Zonda, ya que las características del túnel eran y siguen siendo ideales para la producción de champán: hay una temperatura natural constante de 10 a 12 grados centígrados durante todo el año. Al estar abierta al público, la cueva –ahora de champán– cumplió así con su destino turístico. En la visita, que es gratuita, se recorren las bifurcaciones del túnel con techo de roca donde están las bodegas de almacenamiento, un bar, las oficinas y la maquinaria artesanal con que se elabora el champán. Mientras dura el paseo, un guía cuenta la historia de este “vino”, que fue descubierto por casualidad en el siglo XVII por el padre Pérignon en una abadía de la región francesa de Champagne.