En 1913 un grupo de origen belga construyó un hotel de lujo en un balneario pegado a Pinamar. Eran los años de la Belle Epoque y el entonces Hotel Ostende atrajo a la aristocracia porteña, precozmente harta de la popularidad de Mar del Plata. Pero avanzados los años ‘20, el hotel fue decayendo bajo las dunas. Incluso una capilla vecina fue sepultada bajo la arena como las pirámides y se espera que, Dios mediante, algún día vuelva a aparecer.

En la década de los 70 el hotel fue rescatado de un letargo de medio siglo, y a la manera en que se van rehabilitando las alas de un viejo castillo, se fue poniendo a punto sector por sector hasta volverlo habitable. Sin la ostentación de otros tiempos, pero resguardando la vieja estética, el hotel ha sido modernizado con sutileza y dispone de una sala de cine y salones para jugar al pool y al ajedrez (aquí se realiza todos los años un torneo internacional). Entre las actividades que se ofrecen al huésped se cuentan talleres de teatro para chicos y talleres literarios para todas la edades, clases de tango y una sala con Internet.

Más información: 4327-1093
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Sitio web: www.hotelostende.com.ar