"Hablé por teléfono ellos esta mañana para garantizar que nuestras acciones estén estrechamente coordinadas. Vivimos en un mundo globalizado; queremos asegurarnos de que somos efectivos", dijo el presidente Bush en un discurso en las afueras de Washington.

"Este no es un problema únicamente en Estados Unidos; es un problema del mundo entero", señaló el mandatario en un encuentro local en una compañía de productos de oficina en Chantilly, Virginia.

"También sabemos que somos la economía más dinámica del mundo, que ya hemos pasado antes por tiempos duros y que sabremos superar éste nuevamente", agregó.

Bush enfatizó que "es crucial que todos estén en sintonía" para enfrentar la crisis, dijo un poco antes la vocera presidencial Dana Perino.

Los ministros de Finanzas del G-7 (las siete democracias más ricas) se reunirán a partir del viernes en Washington.

Bush habló con el primer ministro británico, Gordon Brown, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y lo hará pronto con la canciller alemana, Angela Merkel, aunque "no hoy", dijo Perino.

"Queremos asegurar que todos estén en sintonía cuando vayan a la reunión para que pueda ser un encuentro efectivo y eficiente", dijo Perino.

"El presidente discute las diversas medidas que Estados Unidos está tomando para llevar estabilidad a los mercados, así como la importancia para todos los países de trabajar juntos a fin de coordinar nuestras acciones y hallar soluciones a los problemas que nos desafían a todos", agregó Perino.

Preguntada si Bush respaldaba el llamado de Sarkozy a una reunión urgente de los líderes del G8, (los siete países más industrializados más Rusia), la portavoz señaló que "el presidente está abierto a ello", pero aclaró que su prioridad inmediata era ahora la reunión del G-7.

De esa reunión participarán los ministros de Finanzas y presidentes de los bancos centrales de Alemania, Gran Bretaña, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia y Japón. Se esperaba que Rusia también participara de alguna manera.

Las conversaciones de Bush con sus pares europeos tienen lugar después de que el Congreso aprobara -y Bush promulgara- un plan de rescate del sistema financiero de hasta 700.000 millones de dólares para superar el bloqueo del crédito.

Interrogada acerca de por qué los mercados bursátiles seguían cayendo el lunes, Perino explicó que "necesitamos darle un poco de tiempo".

"Lo que ustedes contemplaron durante el fin de semana fue el aumento de la preocupación en todo el planeta por nuestro sistema financiero global, interconectado (...). Los dolores se están extendiendo fuera de Estados Unidos", agregó.

"No creo que sepamos" si estamos en recesión. "Obviamente el próximo trimestre no será un buen trimestre", señaló la portavoz.

"Por supuesto que ahora mismo estamos en una situación muy penosa", dijo Perino, quien aclaró que la definición clásica del término recesión implica dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo.

Sus comentarios tuvieron lugar en momentos en que el Estado norteamericano abre un nuevo frente en su batalla contra la crisis financiera, asumiendo gran cantidad de deudas incobrables de los bancos y los gobiernos europeos diseñan nuevos rescates y nacionalizaciones.

La iniciativa de la Reserva Federal estadounidense de absorber las deudas de corto plazo de las empresas reanimó a los volátiles mercados bursátiles cuando recibieron otro golpe con la nacionalización de otro banco en Islandia y la puesta en marcha en Rusia de un plan de rescate por 36.000 millones de dólares.