El ministro de Economía británico, Alistair Darling, informó esta noche tras una reunión de emergencia con el premier Gordon Brown, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, y el director de la Autoridad de Servicios Financieros (SFA), el lord Adair Turner, que mañana hará un anuncio ante del comienzo de actividades en el mercado londinense.

Más tarde, el mismo miércoles, los detalles serán anunciados en el Parlamento, según un despacho de la agencia noticiosa italiana Ansa.

"El Banco de Inglaterra ha destinado hoy sumas sustanciales al mercado y está listo a hacer más cuando sea necesario. Hemos trabajado (...) para poner a los bancos en mejor posición a largo plazo", declaró Darling en un escueto comunicado.

Según la BBC de Londres, el plan de salvataje incluirá la compra de acciones de los bancos y la disponibilidad de dinero para el sector financiero.

Hoy, la noticia sobre una reunión de emergencia el lunes por la noche entre funcionarios bancarios y Darling hizo desplomar las acciones de los principales bancos del país, Royal Bank of Scotland (RBS), Lloyds TSB y Barclays, ante el temor de los inversores acerca de que sus acciones fueran diluidas por una compra masiva del gobierno.

Las acciones del grupo Halifax Bank of Scotland (HBOS) se desplomaron hoy un 42 por ciento, del RBS un 39 por ciento, del Barclays un 9 por ciento y del Lloyds TSB, un 13 por ciento.

Según informó hoy la BBC de Londres, RBS, Lloyds y Barclays estiman que necesitarán cada uno unos 26.000 millones de dólares para salir de la crisis, que comenzó el año pasado en Estados Unidos cuando miles de deudores hipotecarios se declararon en quiebra.

Los analistas del JP Morgan calcularon la semana pasada que los principales bancos británicos cuentan con un déficit de capital de 80.000 millones de dólares de acuerdo a los estándares de capital de Basilea.

"Esto demuestra que los bancos no van a poder salir así nomás de esta crisis. Deberán ser recapitalizados y tendrán que depender en gran medida del gobierno y de las autoridades para fuentes de financiamiento", declaró Simon Pryke, jefe del grupo de análisis Newton Asset Management.

En tanto, el principal índice de la Bolsa de Londres, el FTSE-100 cerró hoy con una leve suba de un 0,35 por ciento a 4.605, 22 puntos, tras haber caído ayer un 7.85 por ciento en su peor día desde 1987.

En tanto, la libra esterlina cotizó a 1,7589 dólares, y se vendía a 0,7752 euros, ambas mejorías en relación con las cotizaciones de lunes.

Los problemas económicos en Gran Bretaña ocurren cuando los gobiernos en el mundo buscan llevar calma al sector financiero y destrabar los préstamos que habían sido congelados por temores a pérdidas escondidas.

Hoy la Cámara de Comercio británica (BCC) informó en un sondeo que Gran Bretaña entró en recesión económica y la situación empeora, con la posibilidad de que el número de desempleados aumente a 350.000, a un total de dos millones para el próximo año.

De acuerdo al reporte realizado a unos 5.000 empresarios británicos de pequeñas y medianas industrias, la confianza "colapsó" tanto en el sector de la manufacturación como en el de servicios.

Técnicamente Gran Bretaña no está en recesión, un fenómeno definido como dos cuatrimestres seguidos de crecimiento económico negativo.

Sin embargo, para el BCC los resultados económicos "son excepcionalmente malos" y la economía "está bajo una inmensa presión".

David Frost, director general de la cámara, declaró que la economía de Gran Bretaña "atraviesa un período muy difícil".