Por su parte, el ejército israelí reiteró hoy, en un comunicado, que coopera estrechamente con los organismos de asistencia internacionales y que el movimiento palestino Hamas, que controla Gaza, utiliza a civiles como escudos humanos.

El máximo funcionario de la ONU para cuestiones humanitarias, John Holmes, describió las cifras como "creíbles" y profundamente perturbadoras. La ONU estima que casi la mitad de los muertos son civiles y un tercio, niños, según la agencia italiana ANSA.

Holmes y John Ging, jefe de las operaciones en Gaza de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), expresaron su malestar y pesar por haber decidido -ayer- suspender la distribución de ayuda en la región por razones de seguridad. "Es particularmente angustiante y horroroso que las víctimas cada vez más parecen ser civiles, con una incidencia creciente de familias enteras sepultadas en casas que fueron atacadas", dijo Holmes, citado por la agencia de noticias Europa Press.

Ann Veneman, directora ejecutiva del organismo de la ONU para la infancia, UNICEF, advirtió que la suspensión de la distribución de ayuda pondrá a los niños en un riesgo aún mayor. "Esto sólo puede profundizar un situación humanitaria ya crítica y poner a los chicos en un daño incluso mayor de muerte o daño permanente. La distribución de comida, agua, combustible y medicamentos no debería ser impedida", dijo Veneman.

La decisión de suspender la distribución de ayuda en Gaza se adoptó luego de que ataques israelíes mataron a dos choferes de la UNRWA e hirieron a un tercero en vehículos marcados con la insignia de la ONU, según funcionarios de esta organización internacional.

En total, cuatro miembros del personal de la UNRWA en Gaza murieron desde que Israel lanzó su ofensiva en Gaza, hace 14 días.