Brasil "no acepta ultimátum de un gobierno golpista", aseguró hoy en Porlamar el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en respuesta al plazo de 10 días que le dio el Gobierno de Roberto Micheletti para definir el estatus de Manuel Zelaya, quien está en su embajada en Tegucigalpa.

El gobierno de facto hondureño conducido por Roberto Micheletti anunció a Brasil que tiene 10 días para aclarar el status del presidente depuesto, Manuel Zelaya, o para entregarlo a las autoridades.

Así mismo solicito a Argentina y demás países que no han reconocido al gobierno de facto que las misiones diplomáticas entreguen sus acreditaciones y que sus miembros abandonen el país haciendo valer así el concepto de reciprocidad.

La negativa de las fuerzas militares y policiales, que rodean el perímetro de la embajada, a que la prensa pueda acceder a menos de 50 metros de la misma aumenta las sospechas sobre los ataques y acosos que Zelaya denuncia y el gobierno de facto desmiente.

En una charla informal con el Coronel a cargo del perímetro de seguridad, este menciono que las fuerzas armadas están listas para defender el territorio, la soberanía y la autodeterminación de Honduras ante el posible ingreso de cascos azules o de cualquier ejercito, aun sabiendo, dijo, que el ejercito del país centroamericano no tiene la capacidad numérica ni armamentística para mantener un conflicto armado de esas proporciones.