Desde el inicio del partido quedó claro quién iba a ser el protagonista y quién el invitado a la fiesta. Con un Lionel Messi inspirado y con el juego de siempre, desde el minuto cero Barcelona le tiró en cancha toda su jerarquía al Real Madrid. En tan solo cinco minutos Barcelona tuvo tres situaciones de gol, la más clara en los pies de Messi, quien en una posición incómoda hizo estrellar la pelota en el ángulo derecho del arco defendido por Casillas.

Ese fue el anuncio de lo que se vendría, porque minutos después llegó la apertura del marcador, señalada el cerebro del Barcelona, Xavi, quien definió con gran categoría para establecer el 1-0. A partir de ahí todo fue del local, con un Real Madrid dependiendo en ataque exclusivamente de lo que pudiera generar Cristiano Ronaldo, quien siempre fue bien controlado por Puyol.

De a poco Barcelona se fue acercando al segundo, hasta que Pedro aprovechó una buena jugada, que arrancó en Messi y siguió en Villa, para establecer el 2-0 y comenzar así a liquidar la historia del clásico español. Real Madrid intentó reaccionar pero nada pudo hacer ante el dominio abrumador del Barcelona, que en el primer tiempo por momentos le propinó un verdadero baile a los de la capital española.

Lo más destacado de Cristiano Ronaldo en la primera etapa fue su empujón a Pep Guardiola, cuando el técnico del conjunto catalán no le quiso dar la pelota, algo que provocó un escándalo terminando con las amonestaciones del portugués y del arquero Valdés.

Si para el segundo tiempo los madrileños tenían alguna esperanza de revertir el resultado, Messi y compañía, en realidad Messi y Villa, le pegaron enseguida un flor de cachetazo. Dos buenas jugadas de Messi, seguidas de sendas asistencias, le permitieron a David Villa marcar el tercer y cuarto gol del Barcelona, para liquidar rápidamente la historia.

Entre Xavi, Iniesta, Villa, Pedro y un imparable Messi, Barcelona le dio un baile histórico al Real Madrid, ganándole en todos los sectores de la cancha, manejando la pelota y generando muchas situaciones de gol. El segundo tiempo tuvo 30 minutos de más, porque la suerte del resultado estaba definida y el quinto gol marcado por Jeffren, luego de un gran centro de Bojan, sólo decoró la historia del clásico.

La expulsión de Sergio Ramos sobre el final, por una patada descalificadora a Messi, marcó la impotencia del Real Madrid.

El mejor equipo de los últimos tiempos, que seguramente peleará con ser de los mejores de la historia, brindó en la noche de Barcelona otra lección de fútbol, nada menos que ante el Real Madrid y ahora es el único líder de la liga de las estrellas de España.