"La OTAN debe cumplir plenamente su papel, y no lo está haciendo lo suficiente", dijo Juppé en declaraciones a la emisora France Info sobre los ataques en Libia, iniciados por Estados Unidos, Francia y el Reino Unido y luego asumidos por la alianza atlántica.

"La OTAN quería asumir la dirección de las operaciones. Nosotros lo aceptamos. Ahora debe cumplir su papel", enfatizó el canciller francés. El ministro agregó que Francia discutirá esta cuestión con sus pares de la Unión Europea en una reunión prevista para hoy en Luxemburgo y con la propia OTAN el jueves en Berlín.

"Debemos mantener e intensificar nuestros esfuerzos en la OTAN, por eso es que la semana pasada el Reino Unido suministró aviones adicionales capaces de alcanzar blancos en tierra que amenazaban a la población civil de Libia", dijo por su parte el canciller británico.

"Por supuesto que sería bienvenido el hecho que otros países también hagan lo mismo", dijo el ministro a periodistas al llegar a Luxemburgo para una reunión de cancilleres de la UE. "Siempre hay más para hacer", señaló Hague, citado por la cadena de noticias BBC.

Para Hague, los bombardeos de la coalición, luego asumidos por la OTAN el 31 de marzo, impidieron que las fuerzas del gobierno libio invadieran la oriental ciudad libia de Bengazi, sede central de la rebelión contra el líder Muammar Khadafi. "Un enorme montón de cosas se logró en Libia, pero claramente hay más por hacer", prosiguió Hague.

La OTAN, que intensificó sus bombardeos contra fuerzas del gobierno libio que sitian la ciudad de Misurata, en la mitad oeste del país, rechazó las críticas. "LA OTAN conduce sus operaciones militares en Libia con vigor dentro del actual mandato. El paso de las operaciones está determinado por la necesidad de proteger a la población", dijo una vocera de la alianza a la agencia de noticias Europa Press.

La alianza atlántica actúa en Libia por un mandato de la ONU para proteger a los civiles de los combates. En la práctica, ataca exclusivamente a fuerzas del gobierno, con lo que los rebeldes se benefician de sus bombardeos. La semana pasada, los insurgentes libios acusaron a la OTAN de no lanzar suficientes bombardeos, en medio de un estancamiento de la situación militar y de su incapacidad de avanzar hacia Trípoli, bastión de Kaddafi, ni siquiera con apoyo aéreo externo.