Mubarak, de 82 años, se había trasladado desde su residencia en Sharm el Sheij en un auto blindado a la ciudad de Al Tur, en la península del Sinaí, para someterse por primera vez desde su salida del poder a un interrogatorio judicial.

El ex mandatario y sus hijos Alaa y Gamal están bajo arresto domiciliario en Sharm el Sheij desde el 11 de febrero. Mubarak rechazó el fin de semana pasado las acusaciones de corrupción. Además de esta causa, Mubarak está acusado de haber pagado a matones para que reprimieran a los manifestantes durante los días de la revuelta, en la que varios opositores fueron asesinados.

Otros funcionarios del régimen de Mubarak también fueron citados por la Justicia en los últimos días, entre ellos el presidente del Consejo de la Shura, Safwat al Sharif, y el ex primer ministro Ahmed Nasif. Mientras que tres ex ministros se encuentran detenidos.

La Organización para los Derechos Humanos de Egipto criticó la condena a tres años de prisión contra un bloguero, formulada por un tribunal militar. El joven de 25 años había sido acusado de "ofensas contra las Fuerzas Armadas". La organización de derechos humanos reclamó que no se juzgue a ningún civil en tribunales militares.

A dos meses de la caída de Mubarak, al menos una persona murió y más de 70 resultaron heridas cuando las Fuerzas Armadas trataron de desalojar el fin de semana pasado la Plaza Tahrir de una concentración de manifestantes que demandaban el enjuiciamiento de los colaboradores del régimen de Mubarak.