En diálogo con Radio La Red, el gremialista kirchnerista desestimó la posibilidad de alcanzar un acuerdo de unidad con el sector de la CTA que conduce Pablo Micheli, y aseguró que la ruptura o no de la Central "dependerá de los afiliados, que tendrán que juzgar las conductas" de cada uno. Yasky señaló que "sería emblemático" que el gobierno que asuma en diciembre le dé la personería gremial a la organización y estimó que "cerraría un ciclo de larga postergación".

Más adelante advirtió que la personería fue postergada por "la presión de grupos empresarios que no ven con buenos ojos el pluralismo sindical que, a su juicio, elevaría los costos, y por el rechazo de sectores de la CGT, que hacen una defensa a ultranza" de la ley vigente.

Consultado acerca de la falta de renovación de las organizaciones gremiales, Yasky señaló que "son como los edificios de Buenos Aires, que tienen cúpulas viejas, y por dentro sus ocupantes los están cambiando y convirtiendo en otra cosa. Las cúpulas resisten el paso del tiempo, también los cambios políticos y sociales, pero por debajo se les mueve el piso".

El exsecretario general de la CTERA señaló que las diferencias que mantiene su sector con el de Micheli "no se arreglan por arriba", y consideró que, en definitiva, "dependerá de los afiliados: son los trabajadores los que tendrán que arreglar esto". Y agregó que "son procesos que llevan tiempo".