Después de una apertura en alza, las bolsas europeas cerraron en rojo. Milán perdió 2,30 por ciento; Fráncfort 1,81; París 1,61 y Madrid 1,24, mientras que Londres limitó las pérdidas a 0,54 por ciento. Al mismo tiempo el Dow Jones de Nueva York bajaba al promediar la rueda 1 por ciento.

La canciller alemana, Angela Merkel, quien esta semana debe presentar ante el Bundestag -Cámara baja- la propuesta que su gobierno elevará en la cumbre del 23, advirtió que "el sueño de que la crisis termine a partir del lunes no se hará realidad". Su portavoz, Steffen Seibert, recordó que "necesitamos una solución duradera para Grecia", que incluiría una reducción de su deuda. Merkel, probablemente, hable el viernes ante sus socios de la UE y "no hará ningún anuncio acerca de las medidas en discusión" advirtió Seibert.

Así, el euro, que se había recuperado hasta superar 1,39 dólares por primera vez desde hace un mes en la mañana, volvió a caer, a 1,3763. Los mercados tienen los ojos puestos en la cumbre del domingo y en la de los jefes de Estado y de Gobierno del G20, que se celebrará en Cannes, en Francia, el 3 y 4 de noviembre.

El primer ministro griego, Giorgos Papandreu, por su parte, reconoció que la semana que se inicia "determinará la suerte de la Eurozona". En Portugal, los principales sindicatos, mientras tanto, convocaron este lunes una huelga general para protestar contra la austeridad, poco antes de que el gobierno presentase un draconiano presupuesto para el próximo año en el Parlamento.

Los mercados, a su vez, están escaldados con los intentos europeos para solucionar la crisis y evitar el contagio. Tres grandes interrogantes persisten: el alcance de la futura quita de la deuda griega, la envergadura de la recapitalización de los bancos europeos y los activos de los que podrá disponer el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera.