Según Eugenio Zaffaroni, la resolución del artítulo 161 de la Ley de Medios, frenado por un amparo del Grupo Clarín que vence el próximo 7 de diciembre, es un tema “de trascendencia pública”. Entonces, “la preocupación no es presión. Estamos preocupados sí por tener que resolver algo que tiene una trascendencia pública, pero nada más", aseveró.

"No, no, no, no, no, no", respondió el magistrado al ser consultado sobre algún tipo de presiones por parte de otros organismos y sostuvo que lo que "inevitablemente" hay son "alegatos de orejas", que "no son presiones, sino un accidente propio del ejercicio de la profesión" que se dan cuando a un juez se lo consulta informalmente sobre alguna cuestión.

Ese tipo de situaciones, según explicó, pasan "cuando uno se encuentra (con un interesado) en un restaurant o en el club y el de al lado se acerca y dice 'oh, qué suerte que lo encuentro' y le hace el cuento. En estos casos, añadió, los jueces "ponemos cara de póquer, escuchamos y después resolvemos lo que nos parece correcto". "Es inevitable. Son alegatos de oreja -insistió-, no es algo que se pueda sentir como una presión, presión se hace cuando hay una amenaza."

"Yo tengo unos cuantos años en la Justicia, pasamos momentos muy feos donde uno no sabía qué le podía pasar al rato, qué le podía pasar físicamente; hoy eso no sucede", remarcó y agregó que actualmente en el país "no hay sanciones arbitrarias a jueces o destituciones arbitrarias, los jueces tienen la garantía de estabilidad".

Además, Zaffaroni señaló que "las denuncias que se hacen tienen que ser tramitadas por el Consejo de la Magistratura, hay un órgano de enjuiciamiento separado incluso de la Corte, al cual hay que someter al juez para destituirlo, de modo tal, ¿qué se entiende por presión?".